ATLÉTICO DE MADRID - LAS PALMAS
Óliver: “Nuestra afición nos ayudará a meter el primero”
Óliver volvió de Oporto hecho un hombre y se ha ganado un sitio. Ha sido el mejor del verano y apunta a titular ante Las Palmas.“Es un orgullo volver a vestir esta camiseta”.
Mañana, cuando Óliver (que apunta a titular) pise el césped del Calderón para el Atlético-Las Palmas de la 1ª jornada de Liga, habrán pasado, exactamente, 573 días de su último partido en el Calderón con la rojiblanca. 573 días y muchas cosas.
Porque este Óliver ya no es aquel Óliver. Si ayer hizo tres años de su debut oficial con el Atlético (en Liga, ante el Levante, en 2012), en un año, seis meses, 24 días y dos cesiones, en Villarreal y Oporto, se ha hecho mayor. Esta pretemporada ha sido el rojiblanco del verano. El jugador más destacado. Óliver se ha ganado un sitio en el once del Cholo y se muere de ganas de volver a pisar el Calderón, su estadio, con la camiseta del equipo de su vida. Se lo contó ayer a la web del Atlético.
“Estoy muy contento de volver a casa”, dice. Y se detiene. Y la voz, literal, se le emociona. “Después de tantos años en las categorías inferiores, para mí es un orgullo volver a vestir esta camiseta. Tengo muchísimas ganas de reencontrarme con el Calderón”, añade, y promete algo que ya se intuye: “Espero poder darlo todo esta temporada”. Todo, todo. No quedarse nada adentro.
Mañana, se imagina un Calderón “lleno”, que empuje, como un futbolista más. “Un Calderón que nos ayude a ganar y a meter el primero. Que nos apoye en nuestro momento de debilidad durante el partido. Que nos dé la ambición que necesitamos para ganar a Las Palmas”, detalla. Óliver espera un partido difícil. Pero confía en su equipo, en este Atleti que este verano ha dado un paso más, hacia un fútbol de músculo y también de tiqui-taca y magia. Esa que, sin Arda, pone él. “Pero no hay que darle demasiada responsabilidad”, lo decía el otro día Gabi. Quitarle presión, entre todos; compañeros, afición y prensa. Sólo dejarle jugar, seguir creciendo. “Ha dado un paso de gigante y, lo importante es que ha sido en el campo”, apuntaba el capitán.
Seguir creciendo es la meta del propio Óliver. “Quiero seguir mejorando y aprendiendo. Me siento muy bien y quiero ser válido, aportar todo lo que tengo y generar un Atlético mejor”, confiesa. La otra meta la fija para mayo, es para todos y suena a eso del partido a partido: “No debemos esperar demasiado a corto plazo sino ir trabajando día a día para ver dónde puede estar, entonces, este Atlético”.
De momento, lo que viene es mañana. Y ese regreso al Calderón 573 días después. Óliver sólo tiene un año y siete meses más que en aquel Atleti-Rayo del 26 de enero de 2014 que fue su último partido en el Calderón con la rojiblanca, pero en este tiempo se ha hecho hombre. Es el momento de disfrutarle. Ahora. Desde mañana.