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SUPERCOPA ESPAÑA | BARCELONA-ATHLETIC

La gabarra no suelta amarras, está en compás de espera

El Athletic espera a ganar para decidir, pero parece que no habrá ría. Existe una alternativa más probable: la fiesta se celebraría en el Consistorio.

ATRACADA. La gabarra está en el embarcadero del Museo Marítimo como un icono turístico más.
Juan Flor

Fue el tema más discutido ayer en Bilbao, que vivió con una gran satisfacción la fiesta de su patrona, la Virgen de Begoña, guapa y sonriente como nunca ante la gesta de sus leones, que pronto le harán la ofrenda anual quizás con un trofeo en la mano. “¿Hay que sacar la gabarra si se gana la Supercopa?”, se preguntaban los fieles rojiblancos. Existe división de opiniones.

El alcalde, Juan Mari Aburto, reveló que el Ayuntamiento se ha puesto a disposición del Athletic para “lo que haga falta” si se gana la Supercopa. “El Consistorio lo que tiene que hacer, y se lo ha comunicado ya al club esta mañana a primera hora, es atenderles, aunque son fechas complicadas porque al día siguiente tienen que salir hacia Eslovaquia”, valoró sobre la opción de sacar la gabarra.

Es lógico que no haya aún postura oficial del club. Sería vender la piel del oso antes de cazarlo. Desde Ibaigane se atisban varios inconvenientes a celebrar el título por el Nervión. Hay quien cree que, por mucho que las vitrinas no se hayan abierto hace tres décadas, el Athletic reservó este despliegue para grandes trofeos, se entiende que Copa, Liga y continentales. Cabe la excusa, además, del calendario atropellado que tienen los leones tras el Camp Nou: tres días después, ida de Europa League, en seis el Barça en Liga, en diez la vuelta ante el Zilina y en trece, la visita al Eibar. El dispositivo no se monta de la noche a la mañana y, encima, sería en fiestas de Bilbao. La única voz rojiblanca que se ha escuchado fue la de Iraizoz, que dejó entrever que la Supercopa no es suficiente.

Por otro lado, cada vez son más los seguidores que creen que la forma de derrotar al quizás mejor equipo de la historia, con un 4-0 que no se lograba desde los años cuarenta, merece tal celebración. Abogan por esperar a la forma en la que el Athletic defienda la vuelta. Se entiende que matarían dos pájaros de un tiro soltando amarras: harían felices a los jóvenes que sólo conocen la gabarra por televisión y, a la vez, trasladarían aún más el orgullo de este club al otro extremo del mundo. Y es que no todos los días sale a saludar un millón de personas a un remolcador con futbolistas.

Crece la posibilidad de que el asunto se dilucide con una recepción con una fiesta en el Ayuntamiento y ofrenda desde el balcón a los simpatizantes. Hay que recordar que en 2009, cuando el Athletic perdió la final de Copa en Mestalla ante el Barça, García Macua fue muy criticado por hacer un recorrido en autobús hasta el Consistorio y Diputación. Los leones quisieron negarse. Medió una derrota.