SUPERCOPA ESPAÑA | BARCELONA-ATHLETIC
El Barcelona cree más en la gesta que en el banquillo
El equipo culé se ve capaz de remontar, pero sólo son fiables los once titulares. Problema: el fondo de armario del Barça pegó un petardazo en Bilbao.
No da por perdida el Barça la Supercopa de España, pero saben en el Camp Nou que de aquí a enero van a tener que explotar las prestaciones del supuesto once titular. Vive el equipo blaugrana entre la posibilidad de mantener vivo el sueño del sextete mediante una gesta mañana lunes en el Camp Nou y la decepción de ver como el fondo de armario del equipo no es apto para misiones de alto riesgo.
En el vestuario del Barcelona creen en la posibilidad de remontar el 4-0 encajado el viernes en San Mamés. Sobre el césped de La Catedral Mascherano advirtió “no nos den por muertos todavía”, en la sala de prensa Luis Enrique advirtió que “si hay un equipo capaz en Europa de levantar esta situación es el Barcelona” y camino del aeropuerto Gerard Piqué publicó en la redes sociales “90 minutos en el Camp Nou. Yo creo”. A raíz de este tuit la afición del Barcelona ya ha tomado el #yocreo como lema para afrontar el encuentro de vuelta.
El Barça ya contaba desde el principio que lo iba a pasar mal en San Mamés y que el quinto título debería de lucharse en Barcelona. Pero jamás imaginaron que la cuesta a remontar acabara siendo tan empinada.
Confían en el bando blaugrana que al Athletic le pasará en Barcelona lo mismo que les pasó a ellos el viernes en Bilbao. Las piernas de los catalanes eran plomo tras el esfuerzo de Tbilisi (cosa que también sufrió el Sevilla en Roma, donde recibió seis goles) y que jugadores como Iniesta, Rakitic, Piqué o Busquets darán otro aire al equipo.
Apuesta el Barcelona por una táctica intimidatoria que pasa, sí o sí, por una salida en tromba. Como la que protagonizó el equipo de Luis Enrique ante la Roma en el Camp Nou en el Gamper o como la que le valió marcarle cuatro goles en 52 minutos al Sevilla en la Supercopa de Tbilisi, pero eso debe de ir de la mano de una seguridad defensiva que ha brillado por su ausencia en lo que llevamos de pretemporada.
Los que son. Hasta aquí las buenas noticias, que se basan más en el deseo que en las posibilidades reales y estadísticas (las apuestas han dado un vuelco y sitúan claramente al Athletic como favorito para alzarse con el trofeo y el 5-0 del Barcelona se pagaba ayer a 17 euros), pero luego queda la amargura del papel desempeñado en Bilbao. La primera reflexión que se ha hecho en Barcelona es la de ver que si Luis Enrique quiere remontar se tiene que ceñir al once titular de toda la vida, a excepción hecha de los lesionados Alba y Neymar. Son los que son. El fondo de armario pegó un petardazo de dimensiones estratosféricas en el primer partido de la final, donde los Rafinha, Bartra, Sergi Roberto, Adriano o Ter Stegen volvieron a pedir a gritos un sitio en el banquillo, siendo generosos.
Si el Barça aspira a remontar la debacle de San Mamés, al técnico asturiano no le queda otra que exprimir a los de siempre. Es decir, tendrán que ser los jugadores de nuevo los que se impongan a los inventos tácticos para lograr la gesta.
Más allá de la indignación de los aficionados tras el partido, el ambiente en Barcelona es el de confianza con reservas. Se ha ganado el Barça el derecho a confiar en él. Estamos hablando del campeón de todo, que tiene al mejor jugador del mundo en sus filas y que jugará en casa. La esperanza no se ha perdido, ni mucho menos, pero de esta, salen muchos señalados.