ESPANYOL - LA INTRAHISTORIA
El Espanyol se somete a una 'ley concursal' de puertas adentro
Todos los movimientos en los últimos años han ido encaminados a sanear la economía. El posible comprador de la entidad recibiría así una mochila menos pesada.
Decíamos ayer que el Espanyol ha realizado, desde 2012, ventas de jugadores por valor de 42,7 millones de euros, sin apenas poder invertir en refuerzos con grandes cifras. El club no se pudo acoger en su momento a la ley concursal, como sí hicieron la mayoría de rivales en su misma coyuntura, dado que estaban en juego los avales de los máximos accionistas. De modo que han sido sus propios gestores los que, en los últimos años, ejercen de administradores en una suerte de concurso de acreedores interno que tiene como objetivo único sanear la economía. Y se empieza a percibir, por tenue que sea, la luz al final del túnel.
Los movimientos de este mercado de verano, hasta la compra ahora de Gerard Moreno, ejemplifican mejor que nada este modelo. Entre Casilla y Lucas Vázquez prácticamente cubrieron un plazo de pago inmediato con Hacienda, igual que hace un año pasó con David López. Sergio García no se marchó traspasado, pero sí se liberaron deudas pendientes. Y la venta de Stuani es palmaria: el club consigue un bajísimo rédito neto, pero salda una deuda muy espinosa, como sucederá ahora con Héctor Moreno y los más de dos millones que se le abonarán a Mino Raiola, pendientes desde 2010.
El Espanyol igualmente reestructuró algunas de sus deudas y trató de sumar activos (jugadores) a bajo coste, o directamente cero. Este año también ha incrementado el número de cedidos, por cuestiones de necesidad o quizá porque la mochila así pesa menos para quien la recoja. No en vano, todo este saneamiento podría tener una finalidad clara: presentar el mejor de los clubes posibles —la situación financiera sigue siendo muy delicada— a un comprador.