ESPANYOL 1 - BETIS 1
Caicedo y una pifia de Ceballos dan el 'Ciutat' al Espanyol
El joven talento del Betis, que brilló durante el partido, falló en la tanda de penaltis el lanzamiento decisivo: lo tiró a lo Panenka y lo paró Pau.
Tan brillante había resultado en los 50 minutos que jugó como horrible en la ejecución del penalti que dio el Ciutat de Barcelona al Espanyol. En el tiro definitivo de la tanda, a Ceballos le dio por resolver a lo Panenka: directo a la galería de los horrores de imitadores del astro checoslovaco. Pau, con toda la frialdad del mundo, se lo aguantó. Entre el guardameta y Caicedo, que se reencontró con el gol tras una pretemporada de muchos intentos y poco acierto, permitieron que el trofeo se quedase en casa. En Cornellà, donde los problemas con la falta de pólvora se mitigan, tanto para el Espanyol como para un Betis que encontró a los de siempre, Rubén Castro y Jorge Molina, además de un Adán que, hasta el 1-1 del ecuatoriano, sí había ahondado en el pecado original perico con sus intervenciones.
Arrollador fue el arranque del Espanyol, en actitud tanto por el afán de gustar como de triangular, de cuidar el balón para elaborar las jugadas. Tanto fue así que solo quien vio el partido podrá entender cómo de sorprendente fue que desde el minuto 25 el Betis mandase en el marcador. Hasta ese momento, todo el peso había sido perico, que había contado con hasta cuatro ocasiones claras, una de ellas un gol anulado por presunto fuera de juego de Caicedo al cabecear una falta lateral servida por Salva Sevilla. El exbético, que esta pretemporada actúa como mediapunta, está demostrando que esa zona es su hábitat natural. Pero el Betis se avanzó en la primera ocasión que tuvo. Jorge Molina con un buen centro tras un robo y Rubén Castro rematando muy forzado, mostraron por qué entre ambos marcaron 51 goles el curso pasado en Segunda.
Superada la zozobra del 0-1, el Espanyol volvió a la carga en la reanudación. De nuevo Caicedo se topó con Adán, minutos antes de que Pau emulase al portero verdiblanco, evitando un gol de Ceballos y algunas otras llegadas. Entró en la segunda parte el joven talento bético, que encandiló en cada toque, como debutaron en Cornellà los pericos Hernán Pérez y Burgui (éste fugazmente hasta que se retiró por molestias), para revolucionar el choque. Y lo lograron: tras una gran acción de Víctor Sánchez, empató Caicedo. Y forzó los penaltis.