COLONIA CUP | OPORTO 0 - VALENCIA 0 (5-4)
Casillas sigue siendo clave y detiene un penalti decisivo
Tras empatar a cero, el portero del Oporto hizo la parada decisiva en la tanda a Cancelo y dio el triunfo a su equipo en su primer encuentro ante un equipo español.
La última vez que Iker Casillas jugó contra el Valencia, el Bernabéu no le perdonó ni una. En Colonia, sin embargo, se volvió a cruzar con los de Nuno y los aficionados locales le procesaron todos sus respetos. Festejaban con ‘oles’ cada vez que tocaba el balón y cantaban ‘Iker, Iker’ cada dos por tres. Seguramente ese reconocimiento a una trayectoria forme parte de lo que busca Casillas en Oporto.
Sus devotos alemanes tuvieron que conformarse con cuatro pases en corto con el pie y una salida por alto durante el partido. El Valencia no le puso más a prueba. Pero el formato del torneo les tenía preparada una sorpresa. En caso de empate el ganador se tendría que decidir por penaltis y el que tuvo, retuvo. Casillas adivinó el sexto lanzamiento a Joao Cancelo (con palomita de fotografía incluida) y con ello dio el triunfo al Oporto y se llevó el premio al mejor jugador del partido.
Nuno, resultado aparte, se tomó el amistoso como un ensayo general con público y rival de postín de la previa de la Champions. En 17 días el Valencia estará compitiendo y no tiene tiempo que perder el portugués. Su Valencia fue de menos a más. Mejor en defensa, tarea en la Enzo Pérez y Parejo se desfondaron en las ayudas, que en labores ofensivas, que se limitaron a un disparo de Parejo que repelió Martins Indi sin que llegara el balón a Casillas y tres arreones por banda izquierda de Piatti que se quedaron en nada.
Con Otamendi de su lado, Nuno volvió a defensa de cuatro (4-3-3) y alineó a la que será la titular salvo que 50 millones digan lo contrario. Con Cancelo (Barragán está tocado), Mustafi y Gayà acompañando a Otamendi. Fue la única línea en la que no hizo cambio alguno en los 90 minutos y con el de ayer son cinco de seis amistosos que lleva en los que deja su portería a cero. En cuanto a sólidez defensiva la maquinaria de Nuno parece engrasada.
De primeras Mat Ryan sufrió (con un larguero incluido y tres disparos en ocho minutos), Pero conforme Otamendi se fue olvidando que hace solo seis días estaba de vacaciones y se metió en faena, la ofensiva de los de Lopetegui fue a menos. Ayer seguramente Ryan se aprendió una canción en castellano: “Nico, quédate”.
El Oporto mostró el sello que le ha inculcado Lopetegui, en el que combina músculo y toque. Por ocasiones mereció llevarse la victoria en el tiempo reglamentario. A fin de cuentas hasta tres veces golpeó el balón en el larguero de Ryan. Pero también es cierto que Aboubakar rinde por encima de sus posibilidades o Lopetegui va a echar mucho de menos este año a Jackson Martínez.