NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

LEVANTE | CATALÁN

"Yo levanté mi mano, ni mi familia ni yo tenemos 8 votos"

El presidente del Levante, Francisco Catalán, se mostró molesto con las críticas recibidas tras la decisión de la Fundación de rechazar la oferta de compra de Robert Sarver.

"Yo levanté mi mano, ni mi familia ni yo tenemos 8 votos"
Miguel Ángel PoloEFE

El presidente del consejo de administración del Levante, Francisco Catalán, se mostró hoy visiblemente molesto con las críticas recibidas tras la decisión del Patronato de la Fundación de rechazar la oferta de compra del estadounidense Robert Sarver y criticó que se le esté dando más poder del que realmente tiene.

"Ahora de repente parece que la familia Catalán es quien manda en el Levante y no es justo. Se me está dando más poder del que creo que tengo, yo levanté mi mano, no por trece personas. Yo levanté mi mano: un voto. Ni mi familia ni yo tenemos ocho votos. Faltaban ocho votos para que saliese la otra opción -la venta-", dijo en rueda de prensa el presidente del Levante.

Catalán, que anunció la dimisión del vicepresidente Tomás Pérez, explicó que "alguien está confundiendo" a Robert Sarver, ya que el americano ha insistido en varias entrevistas en que el cambio de postura del presidente precipitó que rechazaran la venta del club.

"Alguien está confundiendo al señor Sarver. Me gustaría que le cuenten la verdad al señor Sarver los que le están informando. A lo mejor es que no convenció a los patronos cuando los tuvo delante la semana pasada. Si al final la culpa de que no se venda es mía, perfecto. Si hay un incendio en Catarroja, también es culpa mía", afirmó.

Catalán aseguró que no se arrepiente de haber votado en contra de la venta del club ni de haber negociado con Sarver y añadió que puede "mirar a los ojos" a todos sus compañeros de consejo de administración y a todos con quien ha negociado durante este proceso.

"Cuando una persona toma decisiones desde el pleno convencimiento lo que me siento es muy fuerte. Soy leal, voy de frente. Mi error es que no he condicionado -la venta-. Creo que he sido demasiado bueno, honesto y posiblemente no he comunicado bien las cosas. A todas las personas con las que he estado puedo mirarle a los ojos. Hubiera decidido lo que hubiera decidido, habría recibido críticas", insistió.

Además, el presidente del Levante quiso mandar un mensaje de unión y esperanzador para el futuro. "Creemos firmemente que este proyecto tiene mucha viabilidad. Está en manos de levantinistas y gente comprometida. Si las cosas van mal, la gente se acordará de Sarver. Si las cosas van bien, también. Tenemos que seguir trabajando, pero lo que no entiendo son las mentiras", finalizó.