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REAL MADRID | LA INTRAHISTORIA

El vestuario arropa a Sergio Ramos y quiere que se quede

No se imaginan la próxima temporada sin él. El futuro de Ramos se ha convertido en una partida de póker. El United le quiere. Está dispuesto a ofrecer 60 millones.

MELBOURNE
BUEN ROLLO. Sergio Ramos, abrazándose con Isco, ejerce de capitán dentro y fuera del campo.
BUEN ROLLO. Sergio Ramos, abrazándose con Isco, ejerce de capitán dentro y fuera del campo. Pepe Andrés
AStv

Los jugadores del Madrid quieren que Ramos se quede. Le consideran el líder del equipo y un jugador fundamental: para la plantilla no tiene recambio. Desde que AS informó el pasado 22 de junio que el de Camas había pedido al club que escuchase ofertas por él, muchos de sus compañeros se han preocupado por su situación. Ramos ahora llevará el brazalete por la salida de Casillas, pero es el capitán oficioso para el vestuario desde la salida de Raúl y Guti.

Tiene formas de capitán dentro y fuera del campo. La temporada pasada, por ejemplo, mostró su carácter cuando, después de perder en el Camp Nou (2-1), salía con su coche de Valdebebas y recriminó a dos aficionados la actitud con la que se dirigieron a Bale y Jesé. Apaciguó los ánimos fuera del terreno de juego. Además, siempre organiza durante la temporada comidas o cenas para hacer piña, como la que promovió la campaña pasada tras la derrota ante el Atlético por 4-0 en The Fox. La temporada anterior convocó otra cena a la misma altura de año en Silk&Soya, sin la directiva ni el cuerpo técnico, y el equipo acabó ganando la Décima. Mantiene una relación impecable con los pesos pesados (Cristiano, Pepe, Modric, Isco, Marcelo, James...) y siempre acoge con los brazos abiertos a los canteranos. Es un tipo querido y nadie en el vestuario se imagina la próxima temporada sin él. Por eso Modric se deshizo en elogios ayer: “Ojalá que se quede porque es muy importante, es nuestro capitán, un líder. Está contento. No tenemos que pedirle que se quede, él se quiere quedar. Estoy seguro”.

Por todos es sabido que Ramos no está contento con Florentino porque no ha cumplido su promesa de renovarle y temen que salga. En el día a día, el defensa se muestra tranquilo, trabajando con normalidad, sin despegarse de Nacho en los entrenamientos y bromeando con quien se le tercie. Pero saben que sigue con la misma idea con la que se fue de vacaciones...

Mientras tanto, el futuro de Ramos se ha convertido en una partida de póker. El United le quiere. Está dispuesto a ofrecer 60 millones, pero el Madrid pide más. Por eso pretende incluirle en la operación De Gea para abaratar el precio del central y/o encarecer la venta del portero. Florentino, por su parte, quiere separar las operaciones de De Gea y Ramos. Se reunirá en China (mañana la plantilla viaja a Guangzhou) con el futbolista para intentar resolver la situación. Ahora le quedan dos años de contrato y las negociaciones para renovarle se rompieron en invierno por las diferencias económicas...