ESPAÑA 1 - RUSIA 3
Rusia sorprende a una España muy fatigada y gris
Mayoral adelantó a La Rojita, que luego fue remontada con tres goles a la contra. Puede haber un cuádruple empate a tres puntos en la última jornada.
España cayó ante Rusia y se complica el pase a semifinales. El cansancio y las bajas de Pedraza y San Emeterio jugaron una mala pasada a los de Luis de la Fuente, que estuvieron muy lejos del gran nivel que exhibieron en su estreno contra Alemania.
Quizá el error de España fue verlo demasiado fácil. A los 13 minutos, Mayoral se encontró con un balón franco cerca del área. El madridista no perdonó: zapatazo a la escuadra y 1-0. En los siguientes 15’, La Rojita desplegó un fútbol vistoso. Ceballos comenzó a aparecer entre líneas y los rusos pasaron por una fase de desorientación. Sólo tres minutos después, en el 16’, una combinación entre el bético y Caricol por la izquierda terminó en un centro al que no llegó Mayoral por centímetros y en el 22’ un disparo de Asensio pasó rozando el palo.
Hasta ahí llegó la aportación del nuevo jugador del Real Madrid, que comenzó a desesperarse por no encontrarse fino y terminó por desaparecer del encuentro. Esa es una de las pocas conclusiones positivas que puede sacar España de este partido: la mejor versión de su futbolista más desequilibrante aún está por llegar.
Con el paso de los minutos, los de Luis de la Fuente comenzaron a acusar el cansancio y los rusos salieron poco a poco de su campo. La preparación ha sido corta, el calor y la humedad son intensos y las piernas pesan. De ahí que la mejor versión de La Rojita se vea siempre en los primeros minutos del choque. Aun así, no debe ser una excusa ante una selección rusa que en teoría debería acusar las altas temperaturas mucho más que los españoles. A la media hora de juego, los rusos acumularon varias llegadas peligrosas y en el 37’ Barinov confirmó las malas sensaciones. Entró fácil por la izquierda y su chut se coló por la escuadra.
Con el descanso, España se vino definitivamente abajo y los rusos salieron en tromba del vestuario. En sólo diez minutos sentenciaron el partido. En el 48’, un contragolpe tras un córner de La Rojita terminó con una definición perfecta de Gasilin. Siete minutos más tarde, fue Sheydaev, el goleador ruso, quien con un certero cabezazo puso el 1-3. España se vio contra las cuerdas y la cabeza pedía empujar, pero las piernas reclamaban pausa.
Borja Mayoral tuvo en sus botas la ocasión de meter a España en el encuentro, pero lanzó la pelota a las nubes en boca de gol. Ni la absurda expulsión de Khodzhaniyazov en el 71’ por protestar aclaró las ideas de una España espesa e imprecisa. El palo ha sido igual de duro que la ilusión generada en el debut. La Selección debe recuperar las sensaciones del primer día y analizar los errores del segundo para que no se repitan ante Holanda. Con una victoria estarán en semifinales. El paso atrás ha sido grande, pero las mejores selecciones demuestran que lo son cuando son capaces de caer y levantarse.