CANADÁ 2015
Ignacio Quereda: “Este Mundial debe ser un antes y un después”
Ignacio Quereda (Madrid, 1950) dirige a la Selección española femenina, que debuta en un Mundial. La RFEF le propuso el reto de llevar a las mujeres a lo más alto posible.
—¿Qué significa para este país estar en un Mundial?
—Es un hito histórico para el fútbol femenino español, gracias al esfuerzo y al trabajo de las jugadoras se ha podido conseguir. Tiene que marcar un antes y un después.
—¿Es casi un milagro, teniendo en cuenta el número de licencias que hay en España?
—Vamos creciendo poco a poco, son pasos lentos pero bien consolidados. De cara al futuro la situación es muy esperanzadora. Tuvimos alrededor de 32.000 licencias en la temporada pasada y seguro que este año creció.
—En Alemania hay aproximadamente un millón y medio de fichas, en Holanda 150.000, en Estados Unidos mueve más que el fútbol masculino…
—Si lo comparamos con otros países hay muchas diferencias, eso es cierto. En España hay calidad y hay un gran compromiso, las jugadoras están tremendamente mentalizadas. Hay mucha gente que trabaja para consolidar el fútbol femenino español.
—¿Ha nacido en España una cultura por el fútbol femenino?
—Sí, empieza a aparecer en los últimos años. Hasta ahora el fútbol femenino era como una anécdota, se veía como divertimiento o un pasatiempo. Ha habido un cambio, una evolución a nivel social, con la sensibilidad y aceptación de ver a una mujer en un terreno de juego. Ya se empieza a ver como algo normal. También las instituciones, tanto públicas como privadas van apostando.
—¿Y la Selección? En pocos años está a un gran nivel…
—Estamos muy contentos. Es un proyecto que puso a cabo la RFEF hace siete años y se están viendo los frutos.
—¿Es difícil ser jugadora profesional en España?
—Hoy en día todavía sí. Económicamente cuesta, ya que no hay un desarrollo de patrocinadores. Poco a poco estamos yendo hacia esa profesionalización que ya existe en Europa. En España las licencias no van acompañadas económicamente como para considerarlas profesionales. Por eso algunas ya deciden irse fuera.
—¿Beneficia a la Selección que jueguen en el extranjero?
—Para ellas es una gran ventaja, ya que allí son profesionales y tienen una dedicación casi plena a este asunto. En consecuencia están dando un plus a la Selección. Fuera las jugadoras van creciendo y madurando más rápidamente.
—¿Cuál es el nivel de la liga española femenina?
—Existen muchas diferencias en nuestra Liga. Si hablamos de la Primera división hay dos o tres dentro de ella. Hay equipos que siempre luchan por las primeras plazas, un segundo grupo homogéneo y un tercero en la parte baja de la tabla. Esto también es consecuencia del número de licencias.
—Se echa de menos un equipo femenino del Real Madrid…
—Que creara un equipo femenino le daría un plus a la Liga. El Barcelona, el Espanyol, el Atlético, casi todos los equipos de Primera ya lo tienen.
—¿Se imaginaba dirigir a mujeres en un Mundial?
—Es un trabajo que me ha llenado, sigo con la misma ilusión desde el primer día. Es terriblemente agradecido. Me costaría ahora mismo abandonar, porque engancha. Cómo se entregan estas jugadoras, el compromiso que tienen, el tesón, la constancia, te llena.
—¿Hay diferencias entre fútbol masculino y femenino?
—Claro. Es el mismo deporte, con las mismas reglas, pero con capacidades físicas diferentes. El fútbol femenino es tremendamente atractivo, muy plástico, que entra por los ojos.
—¿La Roja masculina sirve de ejemplo a estas jugadoras?
—Ha sido un espejo en el que mirarse. Hasta ahora los referentes estaban en el fútbol masculino, estos jugadores que han sido campeones del mundo y de Europa dos veces. Poco a poco nuestras jugadoras jóvenes van teniendo su modelo de jugadora.
—La repercusión mediática aún tiene que avanzar…
—Con el billete por primera vez para un Mundial se ha avanzado mucho. A partir de este momento se va a conocer y se va a divulgar más. Tiene que ser un antes y un después.
—¿Cuáles son los objetivos?
—Vamos a conocer un Mundial desde dentro y luchar contra selecciones que son el espejo en el que nos hemos mirado. Lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos es un sueño que vamos a perseguir. Ojalá.