BARCELONA | LA INTRAHISTORIA
El ‘soci’ vivió el caos en un hangar de Schönefeld
El Barça presentó una queja formal a la UEFA para denunciar que las autoridades berlinesas incumplieron las condiciones para la salida de los aficionados.
Mientras los culés que no viajaron a Berlín se echaban a la calle para celebrar la quinta Champions League del Barcelona, muchos de los casi 20.000 socios que fueron agraciados con una entrada para acudir al Olympiastadion de la capital alemana se encerraban en un hangar del aeropuerto internacional de Berlín-Schönefeld. Se trataba de no mezclarse con la afición de la Juventus, con la que durante todo el día hubo una relación excelente. Nada más acabar el partido, los culés fueron conducidos a la improvisada terminal, donde poco a poco se fueron acumulando los retrasos, que al final fueron de cinco horas.
Durante todo el día de ayer, el hangar seguía funcionando con vuelos propios de algunas compañías españolas y mezclaba a los aficionados que acudieron a ver el partido con turistas que emprendían viaje desde Berlín a Barcelona, siendo estos también perjudicados. Si de madrugada los retrasos se produjeron en vuelos chárters, por la mañana los afectados resultaron ser los de línea regular. Los afectados que puedan demostrar que tomaron tierra con más de tres horas de retraso, serán indemnizados con 300 euros.
Además, el Barça presentó una queja formal a la UEFA para denunciar que las autoridades berlinesas incumplieron las condiciones establecidas para la salida de los aficionados azulgranas de la capital alemana. Según el club, la UEFA había asignado como punto de llegada y salida de los vuelos chárter del Barcelona el Berlin Exhibition Center del aeropuerto de Schönefeld, una terminal en desuso que se habilitó exclusivamente para ofrecer el servicio a la afición barcelonista. El regreso del soci fue feliz, pero no tanto como habían esperado.