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SPORTING DE GIJÓN

La Mareona se rinde ante el Sporting de Abelardo

La afición del Sporting arropó al equipo en el recorrido y en el balcón. El técnico del equipo fue el más solicitado como artífice del ansiado y deseado ascenso a Primera.

Actualizado a
La Mareona se rinde ante el Sporting de Abelardo

Gijón se echó a la calle un día más para rendir homenaje al Sporting por su ascenso a Primera. Casi dos horas de recorrido por las principales calles de la ciudad, que comenzó en el estadio El Molinón, tuvieron su apoteosis final en la plaza del Ayuntamiento, en cuyo balcón recibieron los jugadores y el cuerpo técnico sportinguistas el reconocimiento a la mayor gesta del equipo en décadas. En toda la celebración, un nombre sobresalió por encima de todos: Abelardo.

El entrenador gijonés, que ocupó la cabecera del autobús descapotable en la mayor parte del recorrido, fue aclamado por todos los rincones de la ciudad como el gran artífice del sueño sportinguista hecho realidad. Decenas de miles de aficionados vitorearon a los futbolistas y a los miembros del cuerpo técnico, pero Abelardo fue el más aclamado en todo momento. Quini no se quedó muy atrás.

La celebración congregó en la plaza del ayuntamiento casi a 10.000 personas, a las que había que sumar las concentradas en la Plaza del Marqués donde seguía la pantalla gigante instalada, ofreciendo esta vez las imágenes de todo lo que estaba sucediendo en el balcón de la Casa Consistorial. Personal municipal hacía esos cálculos, pero ya no podían precisar la cantidad de gente en la calle.

Iván Hernández, único jugador que vivió el anterior ascenso, se quedó con la impresión de que la multitud en las calles de Gijón era mayor que en la celebración de 2008. También es cierto que el recorrido de entonces fue más amplio, abarcó más calles y barrios de la ciudad.

Después, ya en el Ayuntamiento, los jugadores fueron aclamados uno a uno. Cánticos de todo tipo, con recuerdos de la afición para el Betis durante la espera por los futbolistas. Cuando aparecieron en la balconada, el delirio. Los más jóvenes de la plantilla, Jorge Meré y Carlos Castro, no daban crédito a lo que estaban viviendo.

Pasadas las nueve de la noche, plantilla, técnicos, directivos y empleados del Sporting abandonaron el Ayuntamiento para cerrar los actos en la cena institucional de celebración.