LEGANÉS 2 - ZARAGOZA 2
Tarde de angustia con final feliz
El Zaragoza sufrió lo indecible en Butarque, pero alcanzó el ‘playoff’ de ascenso.
Al Zaragoza le sobró al final un punto para entrar en el playoff, pero sufrió lo indecible en Butarque. Más que nunca. No pudo con el Leganés de Chuli, pero su agónico empate, unido al de la Ponferradina en El Toralín, le han sostenido en la sexta plaza. El jueves recibirá en La Romareda, en la ida de la primera eliminatoria de la promoción, al Girona, al que se supone derrumbado moralmente tras haber perdido el ascenso directo en el último minuto. La tarde también fue angustiosa para el Real Zaragoza, pero el final fue feliz, un primer premio para un proyecto surgido hace diez meses de las cenizas y al que ahora se le abre un escenario apasionante. El sueño del ascenso sigue vivo.
El partido tuvo un comienzo vertiginoso, con un gol rapidísimo de Chuli (4’) y una respuesta en catarata del Zaragoza, con dos ocasiones previas al gol del empate de Willian José, en un penalti cometido por mano de Santamaría (14’). El gol de Chuli tuvo su miga, porque el Zaragoza lo tuvo fichado el 31 de agosto y la Liga de Fútbol Profesional tiró para atrás la operación por el control financiero. En el mercado invernal, el Betis lo mandó cedido al Leganés y en Butarque se ha salido en la segunda vuelta.
Con lo que se estaba jugando, el Zaragoza se dejó sorprender muy pronto —Chuli le ganó la espalda a los centrales en un balón muy largo y recortó a Vallejo antes de batir a Bono—, pero tuvo una reacción encomiable. Amenazaron primero Ruiz de Galarreta y después Willian José y a la tercera llegó el penalti que le permitió al equipo de Popovic igualar el marcador y volver a respirar. Eso sí, sin ninguna confianza, porque el Leganés, y especialmente Chuli, no quitaron el pie de acelerador en toda la primera parte, como si se estuvieran también disputando una final. Y así, el 2-1, logrado por Eldin, tras un taconazo genial de Willian José (37’), tuvo réplica inmediata en una gran jugada de Rubén Peña que remachó Eraso (40’).
El Zaragoza había hecho lo más difícil, pero otra vez sus graves errores defensivos le obligaron a volver a empezar en apenas tres minutos. Popovic apostó de nuevo por una defensa de cinco, con los tres centrales en línea, y el experimento no sirvió para mejorar la zaga ni para gobernar la media. Chuli pudo con los tres del centro, a los que ganó casi siempre la espalda en la primera mitad.
La segunda parte comenzó con una ocasión clamorosa de Eldin, cuyo disparo a bocajarro detuvo Queco Piña, pero ahí ya se acabó el Zaragoza. El equipo de Popovic se desplomó físicamente, se hizo muy largo y estuvo durante media hora larga a merced del Leganés. Popovic lo probó todo con tres cambios y la vuelta a la defensa de cuatro, pero no logró ninguna mejora. Sólo se trataba de aguantar el empate confiando en que la Ponferradina no ganara al Alcorcón. Y no ganó.