GIRONA 1 - LUGO 1
Un gol de Caballero evita el ascenso directo del Girona
El jugador del Lugo empató en el 92', el árbitro suspendió el partido tras un botellazo al asistente y después de anular un gol de Lejeune, y se reanudó 40 segundos sin variación.
La Primera División tendrá que esperar para el Girona. Caballero igualó el tanto de Sandaza en el 91’ hundió a los gerundenses. El fútbol le debe una a los de Machín y está podría llegar en el playoff de ascenso.
En inicio del encuentro fue fulgurante por parte de un Girona que quería finiquitar el ascenso en los primeros minutos. El problema fue que a la cantidad de ocasiones hay que ponerle calidad y acierto para que sean fructíferas y ello se echó de menos. Juncà y Sandaza las acapararon todas y a partir del minuto 30, el Lugo entró en escena. Su paciencia y la no obligación de ganar les permitían poner algo más de cordura a las acciones de ataque, pero Becerra no apareció bajo el foco.
La fiesta era gerundense y eso que el gol se resistía. Además, José Juan se lucía ante Eloi Amagat, pero ante la adversidad y cuando crees que tienes acorralado al Girona, éste resurge. Mata dispuso de un mano a mano en el 41’ pero tiró al muñeco. Era el preludio del éxtasis porque la gloria le esperaba a Fran Sandaza. Los triunfos ante Llagostera y Mallorca llevaron su firma y en el duelo más importante de su carrera no iba a faltar a la cita. La ocasión fue calcada a la que dos minutos antes había tenido Mata, pero el punta de Toledo había aprendido la lección. Él no iba a tropezar dos veces en la misma piedra. Se aprovechó de un pase al espacio de Granell, esperó a que José Juan se venciera a la izquierda y tiró a la derecha. El 1-0 sacudió la tensión que se vivía en el césped y en la grada y los gritos de “a Primera, a Primera” acompañaron al festejo.
“Humildad, sacrificio y trabajo. A 90 minutos de la gloria” fue la pancarta que la afición le dejó a los jugadores del Girona para su llegada a Montilivi y tras el descanso constataron que esto ha sido lo que les está dando tantas alegrías. El grupo volvió a monopolizar la posesión, a ahogar la salida de balón del Lugo y Sandaza, que estaba en plan estelar, lanzó un balón al palo. El delantero está en un momento dulce y obligó a la zaga gallega a no relajarse.
Pero el Lugo no quiso ser una comparsa en la segunda mitad y Becerra empezó a aparecer bajo el foco. Lo que la falta de pegada que mostró el conjunto de Setién ayudó a que apenas se sufriera. Aun así, las fuerzas tampoco eran las mismas y los nervios provocaron que el Girona se colgara del larguero. Y bajo él, Becerra es el rey porque en el 78’ se vistió de héroe para desviar el disparo de Toni. Los minutos posteriores fueron de sufrimiento extremo por parte de los rojiblancos y Pita perdonó en más de una ocasión.
Pero el fútbol ha querido ser más que cruel con el Girona porque en el 91’, Caballero hizo el 1-1. Su remate de cabeza fue inapelable para Becerra y con él se acabaron todas las opciones de ascenso directo. Y fueron ya imposibles cuando el árbitro anuló un tanto de Lejeune por fuera de juego. Tras ello, el linier fue alcanzado por un objeto lanzado desde la grada y se suspendió el partido. Parecía que el colegiado Sánchez Martínez (por cierto, el mismo del polémico partido del año pasado entre Las Palmas y el Córdoba) lo daba por finalizado. De hecho, todos fueron encaminándose al túnel de vestuarios y los aficionados, desalojando las gradas.
Sin embargo, alrededor de cuarto de hora después, se reanudaba el encuentro con 40 segundo de juego. No hubo cobijo para la sorpresa, el milagro, Montilivi se hundió entre la indignación y la tristeza. “Mano arriba esto es un atraco” fue el cántico más repetido por la grada. El ascenso tendrá que esperar. Toca jugar el playoff.