CÁDIZ 0 - OVIEDO 1
El Oviedo gana en Cádiz para volver a Segunda tras 12 años
El gol del triunfo lo anotó el central David Fernández a los 52 minutos, al rematar de cabeza un córner botado por Susaeta. El Cádiz debe ir al playoff de ascenso.
Centró Susaeta y remató el destino. El acta registrará el gol a David Fernández, pero es puro trámite. Remató el alma de los oviedistas, los mismos que desde 2003 han tenido que levantar una y otra vez el mismo muro antes de que se viniera abajo. El cabezazo firma el éxito de un grande que está de vuelta. Doce años después el Oviedo jugará en la Liga de Fútbol Profesional. Lo hace de la mano de Carlos Slim, algo así como el que hace de banca en el Monopoly, y con una afición que ha acumulado exhibiciones en los campos de barro de Tercera y Segunda B.
Perdió el Cádiz una oportunidad única de celebrar un carnaval a finales de mayo. Todo parecía favorecerle desde el 1-1 del Tartiere, pero la fortaleza mostrada en Oviedo se diluyó en el Carranza. Se dispersó ante un ambiente que debía encumbrarle campeón y que terminó por encogerle, reducirlo al mínimo. El Oviedo fue el equipo más adulto en el Carranza, el que supo poner el partido en su punto desde el primer minuto.
Sorprendió Egea dándole la titularidad a Generelo, que se ha pasado media temporada en el gimnasio. Los partidos grandes son para los competidores y Generelo acumula una década en la élite. Con él como referencia, el Oviedo se hizo con el mando desde el principio.
El Cádiz cedió espacio y la pelota. Prefirió correr cuando pudiera. Jona aprovechó un resbalón de David Fernández para asustar a Esteban a los 15 minutos. Las cartas estaban sobre la mesa. Los azules dominaban la posesión pero perdían en el cómputo de sustos. Villar lanzó una falta cerrada que rebotó en el larguero azul.
Tras el descanso se acentuaron los papeles. Apareció Font, mejor tarde que nunca. Y en unas de las aproximaciones azules llegó el córner del gol. Envío milimétrico de Susaeta y testarazo de David Fernández a la red. En Segunda B, el balón parado es asignatura troncal.
Quien esperara una reacción inmediata del Cádiz se llevaría una decepción mayúscula. Claudio había jugado con el resultado hasta perder todas las vidas. Adelantó filas el conjunto cadista y el Oviedo pudo sentenciar, con Dioni ya en el campo. Con Egea como astuto estratega, los azules rozaron el segundo. Especialmente en un zurdazo de Bautista que se estrelló en el palo. Subir sin sufrir sería antinatural para el Oviedo.
Los últimos quince minutos sí fueron amarillos. Apretó el Carranza y, por inercia, el Cádiz se abalanzó sobre Esteban. El portero, que renunció a un generoso contrato en Primera por luchar con su equipo, se encontró en su salsa, con los focos apuntándole. La última opción cadista, un chut firme desde la frontal, fue despejada arriba por el cancerbero azul, 39 años, agilidad de un veinteañero e ilusión de un cadete.
Señaló el final el colegiado y se desmoronó el oviedismo. La primera reacción llenó de lágrimas las gradas ocupadas por los seguidores azules. La segunda fue de alivio. El Oviedo ha vuelto. Espera al Cádiz, que aún tiene otra oportunidad para regresar a un escenario más importante. El Oviedo de Slim está de vuelta donde le corresponde. Y desde México se anuncia que no se va a detener.