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ESPANYOL

El descubrimiento de América

El equipo vuelve de Ecuador con un grato balance extradeportivo, 89 años después de su primera visita al continente. AS repasa todas aquellas giras repletas de peripecias.

Sergio García capitaneó al Espanyol en Guayaquil, ante el Barcelona, en la Copa Euroamericana (1-0).
RCD ESPANYOL

Se resistió el otro 'derbi', pero triunfan en Ecuador

Incluso el otro Barcelona, el de Guayaquil, se le resistió al Espanyol, en esa suerte de ‘derbi’ transoceánico (1-0) con que se despidió de una mini-gira por Ecuador en que sumaron mucho más las experiencias extradeportivas que las futbolísticas. No en vano, los jugadores pericos ya estaban prácticamente de vacaciones y, aun así, dieron la cara ante un Barcelona que les derrotó por la mínima y con fortuna: se marcó Duarte en propia puerta en el minuto 61 y, nueve después, el portero Lanza le detuvo a Sergio García un penalti que Checa había cometido sobre Lucas Vázquez. Eso sí, Antonio Raillo debutó con el primer equipo.

Fue de algún modo la revancha del único precedente con el que contaba este duelo: en julio de 1956, con victoria perica por 1-2. Y quizá pronto podría disputarse un tercer envite, quién sabe si en el Ciutat de Barcelona, al que el Barcelona de Guayaquil ya estuvo cerca de acudir en 2013.

De hecho, la mini-gira que hoy se cierra definitivamente con el aterrizaje de la expedición del Espanyol en El Prat se podría haber materializado mucho antes, hace la friolera de siete años, cuando las autoridades del país centroamericano se lo propusieron al club perico: sucedió en el Espanyol-Betis de la Liga 2007-08, cuando se celebró el ‘Día de Ecuador’ en el Estadi Olímpic y 8.000 espectadores procedentes de aquel país poblaron las gradas. El gancho de Felipe Caicedo (ovacionado), la aparición de la Copa Euroamericana y los 200.000 euros que DirectTV ingresa al Espanyol obviamente han conseguido que esta vez se haya logrado.

Pero, más allá de las ganancias, del fútbol e incluso de los 19.054 recorridos en apenas tres días, la plantilla se vuelve con un grato recuerdo, por las acciones con niños en riesgo de exclusión y por el trato recibido en Guayaquil, también por parte de la LFP World Challenge, con el que repetirán.

En 1926, Zamora maravilló y el club recaudó 250.000 pesetas

Forman para ‘El Gráfico’ en Argentina. En pie, Escobal, Olariaga, Martínez, Esparza, Trabal, Caicedo, Zamora, Quesada, Oramas, Cubells y Saprissa (quien, lesionado, prefirió no vestirse de corto para la foto). Y, agachados, Colls, Yurrita, Padrón, Mauri, Urquizu y Vantolrá.
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Forman para ‘El Gráfico’ en Argentina. En pie, Escobal, Olariaga, Martínez, Esparza, Trabal, Caicedo, Zamora, Quesada, Oramas, Cubells y Saprissa (quien, lesionado, prefirió no vestirse de corto para la foto). Y, agachados, Colls, Yurrita, Padrón, Mauri, Urquizu y Vantolrá.Archivo Jordi Puyaltó

El rotativo madrileño ‘El Liberal’ había hecho una campaña en contra de la visita del Espanyol a América, ya que anteriores giras de equipos españoles (como una vasca en 1922) habían fracasado. Pero los pericos finalmente pudieron zarpar, el 4 de junio de 1926, a bordo del Principessa Mafalda. Y, por primera vez en la historia del fútbol español, el periplo fue un éxito.

17 partidos disputó el Espanyol entre Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Cuba, con un balance de ocho victorias, cuatro empates y cinco derrotas. Y con unas ganancias de 250.000 pesetas para un club que ya vivía una necesidad económica asfixiante, entre otras cosas, para hacer frente al pago de la Tribuna de Sarrià, inaugurada un año antes.

Anécdotas se vivieron muchísimas, como la invasión de campo en un choque ante la selección argentina, el 9 de julio, cuando iban 2-2 para evitar que el Espanyol acabase ganando. O la leyenda del chalet que le regalaron a José Piendibene, jugador de Peñarol, por batir al ya entonces mítico (y Divino) Ricardo Zamora, con Carlos Gardel en la grada; una historia que circuló durante décadas pero que, según recoge el libro ‘Ricardo Saprissa, una vida de leyenda’, era falsa.

Lo que no fue mentira es que los cuatro meses de gira del equipo (llegaron a España el 6 de octubre) le costaron el Campeonato de Catalunya, que lideraban cuando se marcharon y que habían dejado en manos de los suplentes, quienes acabaron en tercera posición.

En la imagen aparecen pericos y rojiblancos en la gira de 1935, todos con la camiseta del Espanyol. Pericos son Benito Pérez, Solé, Edelmiro I, Espada, ‘Tin’ Bosch y Manolín. Del Atlético de Madrid aparecen Pacheco, Rodriguez, Corral, Alejandro, Arocha, Marin, Elícegui y Chacho.
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En la imagen aparecen pericos y rojiblancos en la gira de 1935, todos con la camiseta del Espanyol. Pericos son Benito Pérez, Solé, Edelmiro I, Espada, ‘Tin’ Bosch y Manolín. Del Atlético de Madrid aparecen Pacheco, Rodriguez, Corral, Alejandro, Arocha, Marin, Elícegui y Chacho.Archivo Jordi Puyaltó

En 1935, hicieron una gira conjunta con jugadores del Atlético de Madrid

No vivía el Espanyol sus mejores días deportivos, en la antesala de la Guerra Civil y tras acabar octavo en una Liga de 12 equipos. Pero al club le surgió la oportunidad de realizar una gira por Argentina, Uruguay y Brasil, en la que tendría como rivales, entre otros conjuntos, a las selecciones de los tres países. Pero la singularidad de aquel viaje fue que el Espanyol no solo estuvo integrado por jugadores pericos, sino que formó un equipo junto a futbolistas del Atlético de Madrid.

En la mayoría de los partidos, diez en total, vistieron los colchoneros la camiseta del Espanyol, aunque en alguno fue al revés. El Espanyol (o Espanyol y Atlético, como lo prefieran) ganó un encuentro, empató tres y perdió seis. ¿Fracaso? No. Según las crónicas de la época, fue un éxito deportivo (se foguearon futbolistas jóvenes) y de público. También lucieron clásicos como ‘Tin’ Bosch, que venía de jugar el Mundial de 1934. Eso sí, uno de los encuentros ante la selección argentina terminó en batalla campal.

Como nueve años antes, el equipo viajó en barco, en esta ocasión desde Cádiz y a bordo del Cabo de San Agustín. Santiago de la Riva comandó la expedición.

En 1956, en Colombia, se rozó el drama

Si en 1926 había sido la construcción de la Tribuna de Sarrià, 30 años más tarde el club necesitaba ingresos extraordinarios para sufragar la ampliación de la misma. Y así, en el verano de 1956, se marcharon a jugar a Colombia y a Brasil (en el mismísimo Maracaná). Consiguieron cinco victorias, un empate y seis derrotas. Donde peor lo pasaron fue en Bogotá, ante Millonarios (al que ya se habían medido tres años antes en Caracas) por la falta de oxígeno a tal altitud.

Pero pudo ser incluso peor, más trágico. Los pericos se alojaron en un céntrico hotel de Cali solo tres días antes de una explosión que allí mismo causó 4.000 muertos y 12.000 heridos, el 7 de agosto. Un drama nacional que aún se recuerda.