No pudo ser
Los goles de Arruabarrena, Navas y Capa no sirvieron para nada al conjunto armero, al que le condenaron los demás resultados.
El conjunto armero cumple su cometido ganando al Córdoba pero con el empate del Deportivo de La Coruña en el Nou Camp no puede alargar su sueño de mantenerse por segundo año consecutivo en la máxima categoría.
Los guipuzcoanos saltaron al campo con las ideas muy claras, sabiendo que no les valía otra cosa que no fuera la victoria. De esta manera, la diferencia de intensidad entre ambas escuadras se apreció desde el primer minuto, aunque las dos primeras ocasiones corrieron a cargo de los andaluces, ambas protagonizadas por Abel, pero primero Irureta, y después la defensa las desbarataron.
No fue más que un espejismo ya que cuando las gradas de Ipurua todavía estaban celebrando el primer gol de Messi en Barcelona, Mikel Arruabarrena, a pase de Capa, cabeceaba a la red el esférico poniendo por delante a los suyos. El Eibar, en ese instante, estaba momentáneamente salvado.
A partir de aquí todo fue mucho más sencillo en el terreno de juego eibarrés, debido a que Raúl Navas, tras un córner desde la derecha botado por Javi Lara, y Ander Capa, en jugada personal, ampliaron la renta guipuzcoana para la media hora de juego mientras el equipo blanquiverde se sentía completamente impotente. Las dos únicas llegadas cordobesistas en este primer periodo fueron sendos disparos de Florín y Luso, pero en ambos casos el cancerbero de Berriatua repelió el peligro.
Tras el paso por los vestuarios, y con los deberes hechos, los guipuzcoanos decidieron guardar la ropa para no correr riesgos. Antes del cuarto de hora de hora de esta segunda parte, Messi marcaba el segundo para el Barça poniendo lo que parecía la puntilla al equipo coruñés y la salvación de los de Garitano.
No obstante, mientras los armeros se dedicaban a contemporizar cediendo el dominio del balón a los nazaríes, Lucas Pérez acortaba distancias en la Cuidad Condal instalando la incertidumbre en el templo eibarrés.
Poco más tarde los del Bajo Deba recibieron el duro y definitivo mazazo desde la capital catalana con el empate de los hombres de Víctor Sánchez, igualada que finalmente les sitúa en Segunda División después de estar virtualmente salvados durante tres cuartas partes de la jornada.