ALMERÍA 2 - VALENCIA 3
Alcácer mete al Valencia en Champions
Paco Alcácer marcó el gol definitivo que le dio la victoria a los de Nuno. Antes habían marcado Otamendi y Feghouli, y Thomas y Soriano para los andaluces.
Paquito Alcácer, Don Paco, anotó en Almería un gol que nunca olvidará. Por obra suya, el Valencia estará en el sorteo de la previa dela Champions. Su fino golpeo en el mano a mano con Rubén hizo buenos los anteriores 73 puntos que había conseguido el Valencia durante la temporada y evitó el primer fracaso de la era Lim, que por la forma hubiera sido sonado. La otra cara de la moneda, la de Verza, Corona, Casado… llorando en el césped. El Almería descendió a Segunda División tres años después de su último ascenso. No por esperado dejó de dolerles. Y más porque ayer rozaron el milagro.
El Valencia se vio por detrás del Sevilla y fuera de la Champions durante 28 agónicos minutos para sus intereses. Desde que anotara Reyes el primero en Málaga hasta el gol de Alcácer. Por primera vez en cuatro meses se veía lejos de su objetivo. Y eso no era lo peor de su día. Lo fue su fútbol. El Valencia en Almería no jugó a nada y casi lo paga.
A los de Nuno les pudo el miedo que les entró en el cuerpo cuando Diego Alves falló tras lanzamiento de falta de Thomas, un pánico que no se quitó en toda la tarde. Sin profundidad, sin precisión, sin noticias de Enzo. El argentino llegó en enero por 25 millones para meter al Valencia en Champions y Nuno tuvo que sustituirle al descanso para no dejarla escapar.
El Almería, como sin esperarlo, sin más argumentos que su pasión y cuatro arreones de Thievy, se vio durante muchas fases del partido con opciones de obrar el milagro. Tiene mérito lo de Sergi, mucho. Se puso por delante en el marcador en dos ocasiones y Soriano rozó el tercero; se recompuso al gol de Otamendi (qué jugador); a la lesión de Dos Santos; incluso sacó casta para no dejarse llevar por el golpe anímico del gol de Feghouli. Pero el Almería solo confirmó ayer lo que barruntó durante meses.
De partido loco en la primera mitad a dramático tras el descanso. El empate no servía a ninguno. La grada era una sala de espera de quirófano. Los gestos de dolor cuando se lesionó de Diego Alves vaticinaban un final de velatorio. Porque el Almería quería y no podía y el Valencia no despertaba ni con Negredo ni Piatti. Pero entonces apareció Alcácer y cambió la historia. El Valencia peleará en agosto por estar de verdad en la Champions. Y Peter Lim tan contento.