LEVANTE 0 - ELCHE 0
Aarón perdonó al Levante en un derbi sin nada en juego
Levante y Elche empataron en uno de los dos encuentros de la última jornada en el que no había nada en juego. El portero fue clave: también paró el rechace.
El Levante tuvo más el balón y gozó de las mejores ocasiones en la primera mitad. Morales estuvo cerca de batir a Tyton tras una buena jugada individual de Toño, que centró atrás para la llegada del mediapunta. A continuación lo intentó Camarasa, de cabeza, pero detuvo Tyton. La réplica la puso Aarón, el más incisivo de los visitantes, que filtró un gran balón a la espalda de la poblada defensa granota, para Víctor. El extremo remató de primeras y el balón se estrelló contra Mariño, que había salido bien, achicando portería.
El susto de Víctor niveló la contienda en lo anímico y el duelo viró hacia la igualdad. Barral empezó su show, intentando engañar al árbitro, y acabó desquiciado. En la primera el árbitro no pitó penalti, aunque pudo serlo. En la segunda no dejó pasar la oportunidad de amonestarle.
Tras el descanso, los equipos vivieron su particular fiesta de fin de curso. Alegría y desinhibición, sobre todo en defensa, y poco tino a la hora de entrar a matar. Lombán, en el 61’, pudo marcarse en su propia portería tras un centro de Morales pero la cara de Tyton lo evitó. Fue un espejismo porque en los siguientes diez minutos el Elche pudo sentenciar el derbi. Aarón forzó un penalti a Toño. Tonto pero penalti. Y le pidió a Fayçal tirarlo. Estaba a punto de redondear un buen partido y una gran temporada. Pero no lo pudo tirar peor. Flojo y al centro. Y tampoco estuvo rápido para embocar el rechazo. El Levante estaba noqueado pero ni Víctor, de cabeza, ni Cristian en un mano a mano contra Mariño que mandó fuera, acertaron a meterla. No había manera. Navarro tampoco acertó de cabeza. Y Cristian, otra vez mano a mano con Mariño tampoco pusó el 0-1. Así acabaron los dos equipos de la Comunidad Valenciana. De notable. El Levante estará en Primera por sexta temporada consecutiva. El Elche acabará en el puesto 13, la mejor posición en Primera desde 1976, tras una temporada para olvidar en el ámbito social e institucional.