REAL MADRID | LA INTRAHISTORIA
Quieren a 'Carletto' de vuelta al Milán, que habló con Emery
El club, en venta. Bee Taechaubol tenía en mente a Ancelotti desde hace semanas y, por las informaciones que aparecieron ayer en Italia, también Berlusconi.
El Milán de Silvio Berlusconi alcanzó a principios de 2015 un preacuerdo con Unai Emery de cara a la próxima temporada. Pero la salida de Carlo Ancelotti del Real Madrid alteraría el nombre del sustituto de Filipo Inzaghi. Ancelotti gana enteros y La Stampa y La Reppublica incluso informaban ayer que el técnico italiano ya estaría valorando su regreso al banquillo de San Siro por “motivos familiares”.
De Ancelotti, todo sea dicho, se habla en el Milán desde hace semanas. En especial en el equipo de gestión deportiva del empresario tailandés Bee Taechaubol, uno de los interesados en hacerse con el poder accionarial del club italiano. El Milán está en proceso de venta y Silvio Berlusconi busca comprador para el 51 por ciento de las acciones. El consorcio del empresario tailandés, que incluye también socios chinos y árabes, tenía en mente desde hace tiempo a Ancelotti para dirigir su proyecto. No es la única oferta que estudia Berlusconi. En la última semana se ha vinculado incluso al Gobierno Chino como uno de los interesados en adquirir el Milán.
Lo dicho, Bee Taechaubol tenía en mente a Ancelotti desde hace semanas y, por las informaciones que aparecieron ayer en Italia, también los aún gestores del club rossonero. Lo curioso del asunto, según fuentes cercanas a la negociación de compra-venta, es que el Milán de Berlusconi tendría apalabrada la llegada de Unai Emery desde principios de año (un técnico que en abril prefirió aparcar hasta final de curso la oferta de renovación que le presentó el Sevilla, aunque a día de hoy no descarta continuar en el Sánchez Pizjuán). De ese principio de acuerdo se le informó a Hita Prime Compase, la sociedad de Bee Taechaubol. De hecho, los abogados de Bee Taechaubol estaban estudiando los pormenores de ese acuerdo con Unai porque del mismo no fue informado el empresario tailándes durante la auditoría que realizaron a las cuentas del Milán sino a posteriori de haberla efectuado.