Rubén le da el penúltimo empujón al Betis

La Segunda tiene un Messi y se llama Rubén Castro. El delantero canario alcanzó los 30 goles, más que nunca para él en una Liga, y le dio al Betis el penúltimo y casi definitivo empujón hacia Primera. El equipo de Mel ascenderá matemáticamente, esta vez sí, si gana al Alcorcón, si no lo hace el Sporting al Tenerife o si el Girona pierde contra el Llagostera. Demasiadas coincidencias si no fuera porque, hablando de Betis, nunca se puede decir nunca.

El resultado, ya le ocurrió a los sevillanos ante el Lugo, podría llevar a engaño: el Racing contragolpeó, la tocó y creó en la primera parte suficientes ocasiones como para llevarse algo bastante mejor del 1-2 con el que se alcanzó el descanso. Cierto es que el tanto de Mamadou llegó precedido de un evidente fuera de juego y de una probable salida de banda del balón, pero antes y después de ese 1-0 (21’) fallaron ocasiones Álvaro, el propio Mamadou e incluso David Concha. Pero el Betis, tan descolocado en defensa, volvió a tirar de su descomunal pegada. Momentos después del gol racinguista, Bruno remató a gol un balón de Kadir (1-1, 25'). Y poco antes de llegar al descanso, el propio futbolista argelino se la puso a Rubén Castro para que el canario matara dos o tres arañas en la escuadra de Germán (1-2, 40’). Golazo.

Una vaselina de Rubén (1-3, 50’), a poco de volver del vestuario, agrandó la ventaja verdiblanca y poco tardó Molina, con un pepinazo a la misma escuadra del 1-2, en sentenciar el encuentro (1-4, 54’). Y eso aunque el Racing, con más rabia que precisión, insistiera en busca una proeza que le sacara del descenso. Concha, con un zurdazo inapelable, puso premio a su buen partido (2-4, 73'). Pinillos y Munitis tendrán que seguir remando ante rivales con menos pólvora. El Betis ve la luz a falta de un último pasito para Primera.