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REAL MADRID | OBJETIVO INDISCRETO

Florentino Pérez-Ancelotti: una imagen que resume una relación

Ancelotti querría seguir la temporada que viene y Florentino no quiere que siga. El contacto visual es clave en un sincero apretón de manos.

SIN MIRAR. Ancelotti, Ramos y Florentino, el pasado martes.
SIN MIRAR. Ancelotti, Ramos y Florentino, el pasado martes.Javier Gandul

El manual del apretón perfecto (de manos) establece una serie de reglas insoslayables entre las que se incluye “mantener el contacto visual”. Estrechar una mano sin fijar la atención sobre aquel que nos la tiende es un gesto que se asocia a reyes medievales o Papas anteriores a Francisco. Quien así actúa imagina que el brazo que se le ofrece pertenece a un cuerpo inferior, gratificado por el simple contacto con el ser supremo. El gesto sólo admite una disculpa: quien retira la mirada lo hace sorprendido por el repentino paso del cometa Halley o de una garota de Ipanema.

Hasta donde se sabe, no hubo presencia de supernovas ni de bañistas cariocas en la presentación de la aplicación móvil del Real Madrid. Florentino Pérez coincidió en el acto con Carlo Ancelotti y el disparo de nuestro compañero Javier Gandul captó una imagen que explica una relación. El entrenador estrecha la mano del presidente con una sonrisa mientras su jefe aparta la mirada, e incluso el brazo, incapaz de resistir los dos segundos que suele durar un apretón protocolario: menos tiempo se considera una palmetada y más segundos equivalen a un arresto.

Bandos. El retrato confirma lo que ya sabemos por intuición o declaración expresa: Ancelotti querría seguir la temporada que viene y Florentino no quiere que siga. De ahí que el presidente lo aleje y se aleje. De ahí que el entrenador insista y de ahí la mirada de Sergio Ramos, valedor público del técnico. No es casualidad que la mirada del segundo capitán elija un bando.

La situación fue tensa y sólo Ancelotti podrá decir si fue peor. Tan grave como retirar la mirada es entregar la mano blanda, eso que los especialistas denominan “pez muerto”. No hay nada más desagradable que estrechar una mano y encontrar una salchicha frankfurt (o apéndice similar), asunto más truculento todavía si está fría o lubricada en sudor. La mano fofa es un indicativo de flojedad, desinterés y desprecio, habitual entre reyes medievales o Papas anteriores a Francisco. Lo curioso del caso es que aquellos que presumen de mano dura suelen darla blanda.