CAFÉ, COPA Y FÚTBOL
Eros Ramazzotti: "La diferencia con Iker es que Buffon no falla"
En cuanto ve el balón traído para la foto, pega un salto, nos lo quita y empieza a jugar. Eros Ramazzotti tiene una pasión por el fútbol similar a la de la música.
Enhorabuena. Como seguidor de la Juve estará feliz.
—Desde luego. Llegar a la final ha sido para nosotros una enorme felicidad. Ya de entrada tener la oportunidad de jugar contra un gran equipo como es este Real Madrid en semifinales de Champions ha sido un enorme privilegio. En Turín hicimos un gran partido y llegamos al de vuelta con mucho respeto, pero también con mucha ilusión. En Turín teníamos la sensación de que había una oportunidad de llegar a Berlín al darnos cuenta de que el Madrid, siendo un gran equipo, parece haber llegado a estas alturas de la temporada algo cansado, menos en forma y con bajas sensibles. Sin embargo, el partido era en el Bernabéu ante un público excepcional que entiende el fútbol y lo aprecia. La Juve llegó en forma, plantó cara, luchó hasta el último momento y demostró que tenía sus opciones para llegar a la final.
—¿Le han llamado la atención algunos desajustes del Madrid?
—Me sorprende el asunto de Bale porque parece haber abierto una brecha entre él y los aficionados. Fue un jugador muy caro, que costó cien millones de euros, y, sin embargo, no participa como debería, no se implica y por eso la gente de Madrid no le ama. Si no entras bien y te implicas en un equipo como el Madrid siendo titular, se rompe la dinámica justa que necesita el equipo para funcionar al cien por cien.
—En España se soñaba con una final española. Ahora, ¿quién cree que puede ganar?
—El Barcelona es un equipo muy compacto, muy fuerte, que está en plena forma y que tiene un talento fabuloso con Messi, Suárez, y Neymar. Es un equipo durísimo para jugar contra él, ya sea el Madrid, la Juve o el Bayern como se ha visto. Aunque ante una final, un partido así lo cambia todo. Es muy difícil dar una respuesta. Creo que la Juve, sin ser favorito, tiene sus opciones.
—Hay un duelo permanente entre Messi y Cristiano. ¿Con quién se identifica más?
—Amo a Messi, el juego que despliega, la forma que tiene de entender el fútbol. Me parece que está en otra dimensión. Adoro a Messi de toda la vida. Tiene una luz especial. Entiendo que Cristiano es un grandísimo jugador, un enorme profesional, un futbolista que se entrena y se prepara hasta el límite. Con unas condiciones para jugar al fútbol incomparables. Sin embargo, la forma en la que Messi concluye las jugadas, su imaginación, la manera de crear, me recuerda a cómo jugaba Maradona. Me quedo con Messi. Me gusta muchísimo la concepción que tiene del fútbol y la manera de materializarlo.
—Uno de sus grandes clásicos fue Del Piero. ¿Qué le faltó para llegar a lo más alto en su carrera como futbolista?
—Su último año en la Juventus fue muy complicado. Entonces el equipo estaba en la Serie B, por haber hecho en el Calcio cosas que no debía. Del Piero se podía haber ido, pero amaba tanto a su equipo que a pesar de los problemas nunca se quiso ir, y aquello para su carrera fue como pillarse los dedos. El quedarse ahí le impidió desarrollar una posible carrera internacional que le hubiera situado en su auténtica medida de un jugador excepcional.
—La Juve tiene dos jugadores españoles como Morata y Fernando Llorente. ¿Italia está un escalón por debajo de la Liga española?
—Le voy a decir que en la Serie A italiana es muy difícil jugar. Son muchos los jugadores que llegan a Italia y se estrellan porque les cuesta mucho habituarse. Si Cristiano hace cincuenta goles en a Liga española, le aseguro que en Italia le costaría mucho llegar a esas cifras. Es un campeonato difícil y complicado, muy competitivo aunque esté un escalón por debajo de la Liga española y de la Premier inglesa.
—Al italiano le precede una fama de fútbol defensivo, ¿responde a la realidad?
—Cada vez menos. El fútbol italiano ya no es tan catenaccio, tan defensivo. Es un fútbol que se está abriendo mucho más. De todas formas, la situación del Calcio, como todo, responde también al estado de las cosas, a la situación general de un país. Cuando un país está en crisis, cuando un país no está pasando un buen momento, suele tener un reflejo en el fútbol que se practica.
—¿Era más del estilo Conte o del más templado de Allegri?
—Conte era un entrenador de una intensidad total. Además de que era un gran entrenador, transmitía a sus hombres una intensidad enorme antes y durante los partidos. No dejaba a nadie indiferente. Lo que pasa es que después de dos o tres años y siempre jugando con los mismo jugadores, el equipo estaba desgastado. La llegada de Allegri fue recibida con escepticismo porque tenía otra forma de entender el fútbol. Yo, sin embargo, desde el principio le di mi apoyo porque me pareció que era un hombre que tenía muy claro el concepto del fútbol. Me parecía el entrenador justo para la Juve. Y los resultados le avalan.
—¿De Ancelotti qué se piensa en Italia?
—Es un grandísimo entrenador que estuvo dos años en la Juve y luego se marchó al Milán, donde lo ganó todo. Conozco bien a Ancelotti y le puedo asegurar que es una gran persona. El problema de entrenar a equipos tan grandes es que es muy difícil gestionar grupos de estrellas, que ganan tantísimo dinero, con esas fichas inmensas. Es muy complicado para cualquier entrenador. Cuando hay jugadores que ganan menos, se produce una situación complicada casi desde un punto de vista psicológico. Pienso que habría que equilibrar. Es normal que Cristiano gane más dinero que otros, pero hay que buscar la forma de que no se produzcan desequilibrios tan grandes. Funcionarían mejor las cosas y habría más cohesión entre los futbolistas.
—¿Tiene seguidores entre los futbolistas?
—En Barcelona tengo grandes seguidores como Mascherano. Messi sé que es también fan mío. He conocido a muchos futbolistas y tengo grandes amigos a los que les gusta mi música. Uno de mis mejores amigos es el brasileño Leonardo, que jugó y entrenó al Milán.
—En Italia, ¿cuál es su jugador preferido?
—Tévez. Es un jugador con un factor diferencial, que se ha convertido en la llave de vuelta de la Juve con los grandes clubes. Hace lo que casi nadie hace, que es bajar a buscar el balón, ayudar a los compañeros con una intensidad tremenda y luego definir con sus goles. Un jugador total.
—Hay otro jugador que impresiona: Pirlo
—El maestro de todos. Es además una gran persona, que es algo fundamental. Hoy Pogba es otro de los grandes futbolistas con una progresión extraordinaria. Me gustan mucho jugadores como Ederson, del Lazio, y Dybala, un argentino del Palermo. Hay muchos grandes jugadores ahora en Italia.
—La Juve y el Madrid tienen dos porteros veteranos, pero Iker Casillas está permanentemente cuestionado. Parece que Buffon no.
—Me parece absolutamente normal. Hay una diferencia entre los dos y es que Buffon no falla. En los últimos años Casillas ha cometido errores absurdos. La realidad se impone, no es que lo diga yo. Buffon sigue siendo un portero que da la máxima seguridad a su equipo y no falla.
—Siempre ha dicho que de no ser cantante habría sido futbolista. ¿Cuál ha sido su relación con el fútbol?
—Empecé a jugar al fútbol con tres años en la calle. Italia es un país parecido a España, donde el fútbol casi siempre es lo primero. He presidido y durante mucho tiempo jugado con el llamado ‘Equipo nacional de cantantes’, aunque ahora ya, cumplidos los cincuenta, he dejado de practicarlo. Pero me gusta y entiendo. Soy un apasionado del Calcio. Disfruto viendo y analizando fútbol. Soy lo contrario de un hooligan, soy un aficionado analítico.
—Como futbolista tiene usted pinta de mediocentro organizador.
—No se crea, siempre me ha gustado jugar en punta. En todos los equipos llevaba el número once. Me gustaba mucho atacar aunque también le confesaré que me retraía un poco a la hora de bajar a defender. He jugado muy bien al fútbol, se me daba muy bien. Sin embargo, y a pesar de su popularidad, llegar a ser futbolista requiere tiempo, muchísimo empeño y enorme sacrificio. No es un deporte fácil.
—Ha dicho alguna vez que el fútbol es el deporte de los pobres.
—Me refiero a que todos los chicos del mundo lo pueden practicar, independientemente de su origen social. Es el deporte más democrático que existe. Sólo hace falta un balón y ganas de correr. La paradoja es que luego en el mundo del fútbol se manejan cifras astronómicas. El fútbol se ha convertido en un negocio planetario que mueve muchísimo dinero, aunque también genera un montón de puestos
—¿Por qué la música española no triunfa en Italia?
—Bueno, cada vez más. Es verdad que hasta ahora sólo se han dado casos puntuales como Rosana con El talismán o Jarabe de Palo y La flaca y no muchos más artistas han triunfado allí. Supongo que poco a poco va cambiando la tendencia.
—¿Por qué su último disco lleva por título ‘Perfecto’?
—Porque es una frase muy típica en Italia, empleado como una coletilla y, además, es una expresión internacional. Me siento bien, casi perfecto. En estos momentos mis sentimientos son muy positivos.
—¿Un artista de alto nivel se cuida igual que un deportista de élite?
—Sí, absolutamente, y por fuerza más a mi edad. Dos horas de concierto en vivo tienen un desgaste similar al de un partido. Incluso creo que quizá es peor. Tras un concierto duermes mal, comes a deshora y tienes que viajar, porque al día siguiente hay otro concierto. Así, durante tres o cuatro meses seguidos, provoca mucha fatiga, se lo aseguro. Tienes que estar perfectamente preparado. Desde febrero he bajado trece kilos.