El Espanyol vuelve al ruedo y espera torear a un grande

El Espanyol regresó ayer martes a los entrenamientos con el objetivo de despedir la temporada en casa con un triunfo. La gran noche de este curso todavía no ha llegado y el Real Madrid es un rival propicio para vivirla. Eso sí, hace 16 partidos que los blanquiazules no logran sumar los tres puntos ante los blancos —el último triunfo fue en 2007 en Montjuïc (2-1)— y tocará lidiar con la adversidad.

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Las opciones de acabar en la séptima plaza pasan —principalmente— por ganar el domingo y de ahí que, tanto afición como plantilla, afronten el partido como el último grande de la temporada. Pero hay más y es que en el interior del vestuario tienen una espina clavada porque algo se les ha resistido: todavía no han sido capaces de ganar a un grande en esta Liga. El mayor botín obtenido ante Barça, Real Madrid, Atlético de Madrid y Valencia fue el punto cosechado ante los colchoneros en el Power8 (0- 0) porque los anteriores duelos mencionados se han contabilizado por derrotas (sin contar la Copa ante el Valencia). Es el único borrón que encuentran los integrantes del conjunto de Sergio González.

Y esa espina aún es más profunda por el hecho de que el equipo no supo competir en el encuentro ante el Barça. El estadio de Cornellà-El Prat todavía no ha visto un triunfo del Espanyol a su máximo rival ni al Real Madrid. Las noches europeas —si acaban séptimos y el Barça gana la Copa— pasan por vencer al conjunto de Carlo Ancelotti y el vestuario perico lo tiene claro: este año, la Liga les debe una.

De la actual plantilla del Espanyol tan solo cuatro jugadores saben lo que es ganarle al Madrid: Sergio García, Stuani, Cañas y Salva Sevilla. Los dos primeros lo hicieron en Copa con el Zaragoza (2005-06) y Levante (2010-11), respectivamente, y los dos últimos, en la Liga, cuando coincidieron en el Betis la temporada 2012-13, por un ajustado 1-0.