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BULGARÍA 1 - ESPAÑA 2

La pizarra de Santi Denia da una victoria vital a la Sub-17

La Rojita venció 2-1 a Bulgaria y marcó los dos tantos en jugadas de estrategia. Zalazar y Villalba, goleadores. Aleñà dio dos asistencias.

Kuki Zalazar.
Kuki Zalazar.SPORTSFILE

Le preguntaba un periodista búlgaro a Santi Denia en la previa por el Cholo Simeone. El seleccionador español respondió que era un referente y un espejo en el que mirarse. Así lo demostró a los 11 minutos. Con España sin encontrar su fútbol y Bulgaria muy metida en el encuentro, una falta alejada del área y sin aparente peligro se convirtió en el primer tanto del partido. Sacó Villalba, prolongó Aleñà en la frontal y definió a la perfección Kuki Zalazar. Sólo cuatro minutos después, en un córner, La Rojita tiró nuevamente de estrategia con éxito, aunque esta vez no terminó en gol. Santi no mentía al decir que se fijaba en Simeone. Su pizarra es casi tan efectiva como la del Cholo.

Más allá de la estrategia, la primera parte de España fue para olvidar. A diferencia del debut frente a Austria, la Selección salió al terreno de juego sin confianza y pronto llegaron las ocasiones de Bulgaria. Los búlgaros renunciaron a la posesión, pero cada vez que robaban convertían sus ataques en ocasiones de peligro. Los de Santi deben corregir urgentemente los despistes defensivos si quieren competir con las selecciones más potentes del torneo. A pesar del mal fútbol, La Rojita pudo sentenciar con un magnífico disparo con el exterior de Zalazar en el 15’. Pero el 0-2 no llegó y los búlgaros, alentados por los miles de aficionados que abarrotaron las gradas de estadio Lazur, se lo comenzaron a creer. Avisó Chandarov con un disparo en el 32’ al que respondió bien Santomé y tres minutos más tarde un error garrafal del guardameta español le dejó a Yordanov el empate en bandeja. España se marchó al vestuario con malas sensaciones. Tocaba reaccionar.

Y la reacción llegó en la segunda mitad de la misma forma que en la primera. En el 47’, Aleñà botó una falta desde la derecha y la estrategia volvió a funcionar: Fran Villalba remató a placer en el punto de penalti y puso el 1-2. Definitivamente Santi decía la verdad al decir que el Cholo era un espejo en el que mirarse. El segundo gol liberó por fin a La Rojita de la tensión que la había agarrotado en la primera mitad, comenzó a tocar y llegaron las ocasiones: en el 56’ Carles Pérez estrelló un balón en el palo y en la misma jugada un disparo de Morer lo tuvo que sacar la defensa búlgara bajo palos. En el 64’, un remate de Álex Martín volvió a encontrarse con la madera. Sin embargo, en los minutos finales volvió a aparecer la fragilidad defensiva y los búlgaros pudieron empatar.

Aleñá volvió a liderar a La Rojita: dos asistencias. El Barcelona tiene en este mediocentro una joya que debe cuidar. También estuvo acertado Kuki Zalazar, al que le debe servir este primer tanto para coger vuelo en el torneo. España le necesita.

Los de Santi Denia han tenido que pasar de la noche a la mañana del colegio a la universidad, de jugar ante sus familiares a hacerlo ante un estadio lleno que empuja al conjunto rival. Ante Bulgaria comenzaron a comprender que aquí nadie regala nada. Aprobaron el primer examen, aunque raspado. La llave para los cuartos de final tiene nombre: Croacia. A España le sirve un empate para estar matemáticamente en cuartos. A Croacia también le valen las tablas. El tema dará que hablar, pero ese será otro examen.