Luis Rubiales se respalda con los capitanes de la Selección

Luis Rubiales quiso hacer una demostración de fuerza y para confirmar la huelga de futbolistas se rodeó de los capitanes de la Selección, Casillas y Xavi, quienes a su vez estaban escoltados por sus segundos y terceros capitanes en Madrid y Barça: Sergio Ramos, Iniesta y Piqué. También estaban casi todos los capitanes de Primera. Rubiales se procuró de tener las espaldas bien cubiertas.

Rubiales confirmó ayer lo que la Federación de Fútbol anunció el día anterior, que se convoca un paro (huelga) en el fútbol español de forma indefinida a partir del 16 de mayo.

La protesta, de concretarse, afectaría a las dos últimas jornadas de Liga (17 y 23 de mayo) más la final de la Copa del Rey (30 de mayo). En ningún caso afectaría a los partidos internacionales, por lo que Madrid, Barça y Sevilla podrían jugar sin problemas las finales de la Champions y Europa League en caso de clasificarse.

Los futbolistas dicen que paran el fútbol porque sienten que el Real Decreto-ley aprobado por el Gobierno no respeta sus derechos, y piden que antes del próximo sábado el Gobierno rectifique dicho Decreto.

La reivindicación no tuvo lugar en la sede de la AFE, en Gran Vía, sino que se escogió el hotel NH Madrid Las Ventas, en la vía con más chotis de la capital, la calle Alcalá, y con vistas a la plaza de toros.

El sindicato de futbolistas cumplió ayer con uno de los trámites previos a la convocatoria de la huelga, que es la entrega del acta de conciliación. Es un formalismo, pues siempre el sindicato ha de avisar a la patronal de la convocatoria de una huelga. A partir de ese momento se abre el proceso de mediación entre las partes, pero fuentes de la LFP confirmaron a AS que Javier Tebas no va a acudir a ningún acto de conciliación.

La LFP reaccionó de inmediato con firmeza, y anunció que hoy denunciará ante la Audiencia Nacional la propuesta de huelga porque “sus objetivos son ilegales” y porque “la propuesta de huelga supone un claro incumplimiento del convenio colectivo vigente entre LFP y AFE”. Tebas, por su parte, dejó su frase personal: “La huelga es un chantaje irresponsable”.

Rubiales dejó entrever que la guerra no va con ellos: “No es una postura contra la patronal, sino contra el ejecutivo”, es decir, el Gobierno.

Será el Congreso quien deba aprobar definitivamente el Decreto y, como dijo Miguel Cardenal, presidente del CSD, “el Congreso no puede modificar el Decreto, o lo aprueba en su totalidad o no lo aprueba”.

Rubiales también apretó su puño: “O se deroga el Decreto con otro que incluya las demandas que exigimos o la huelga se mantendrá”.

Lo que sospecha el CSD es que la AFE lo que realmente quiere es formar parte del control económico y recibir directamente parte del dinero a repartir.

La guerra, en realidad, es Villar contra el Gobierno. Por eso en los próximos días Villar se reunirá con José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte.

La batalla del fútbol queda así: a favor de la huelga FEF, AFE y los colectivos de árbitros y entrenadores, ambos bajo control de la FEF. En contra, Gobierno, CSD, LFP y los clubes de fútbol. Los clubes están que trinan, pero confían en que la huelga sea desconvocada: “Los futbolistas no van a echar atrás al Gobierno, y menos a las puertas de unas elecciones municipales”.