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EL CRACK ESPAÑOL LLEGA AL COSMOS

Nuevo reto: Raúl, el 7 de España a la conquista de América

Raúl González quiere conquistar la Gran Manzana neoyorquina luciendo la camiseta de todo un club histórico: el Cosmos, su cuarto equipo en tres continentes diferentes...

Actualizado a
Raúl celebra su último gol como jugador madridista en el último partido que jugó en el Bernabéu: su homenaje en el año 2013.

Debutó oficialmente de azul. Fue en La Romareda, el último sábado de octubre de 1994. El rival era el Zaragoza, que recibía al Real Madrid. Era su gran oportunidad y, pese a no marcar, dejó su impronta de futbolista diferente. No era como los demás. No es como los demás más de dos décadas después. La prueba, un mano a mano con Cedrún, meta zaragocista. Raúl, el protagonista, se definió en esa jugada: unos hubiesen cruzado el balón ante la salida del portero, pero él eligió driblarle para, posteriormente, marcar a puerta vacía... Pero su tiro se marchó desviado. Comenzaba ahí una carrera que todavía no avista el cartelón de Meta. Ni siquiera el que avisa del último kilómetro. Siete días después de su debut, asaltaba el Bernabéu ante el Atlético, club en el que había forjado su indómito carácter: marcó un gol, el tercero en la cuenta madridista, y participó en los dos primeros.

Esas dos primeras camisetas se las entregó a su madre, Marisa, para que, una vez lavadas, se colgasen en la pared de su habitación...

Desde entonces, ha ido ampliando su colección año tras año. Primero con el Madrid, luego con el azul del Schalke alemán; después, de nuevo con el blanco del Al Sadd qatarí. Y siempre La Roja de la Selección, desde su debut en 1996 hasta su último encuentro en 2006. Ahora llega a las filas de un clásico del fútbol norteamericano: el mítico Cosmos estadounidense.

El equipo creado por Steve Ross (directivo de la Warner) y los hermanos Ertegun (Ahmet y Nesuhi, fundadores de Atlantic Records, una compañía musical), intenta renacer de sus cenizas cual ave fénix de la mano del delantero español que, a su vez, se lanza a la conquista de Nueva York, con un deporte que cada día genera más y más adeptos en la Gran Manzana.

Seguramente sea su penúltimo gran reto o, conociéndole, otra nueva aventura antes de regresar algún día a las filas del Real Madrid. Pero hasta que llegue ese momento, su gran competitividad y su tremenda voluntad de triunfar le incitan a seguir compitiendo a gran nivel, y hasta que llegue el momento de su adiós, seguirá intercambiando y coleccionando camisetas. Nuevas conquistas del terreno de juego.