"Pepe Mel es gestor de personas y tiene un psicólogo dentro"

-¿Cómo pensó en escribir un libro sobre 'liderazgo'?
-Llevo años recibiendo correos no sólo de entrenadores alto nivel, sino también de gente que entrena a juveniles, alevines... Y pensé que la gente demandaba este tipo de información.

-¿Y hacerlo con Óscar García?
-A veces doy clases en la Federación, en el curso donde se saca la licencia UEFA. Conocí a Óscar y empezamos a hablar sobre liderazgo y me gustó mucho su visión, porque la compartimos.

-¿El entrenador debe ser también un líder?
-Sin duda. Hacen falta dinámicas para cohesionar, conocer las diferencias de cada jugador para gestionar... El entrenador debe de saber cómo transmitir confianza. Esa imagen típica del técnico gritando en la banda genera más ansiedad al futbolista.

-¿Y el futbolista?
-Eso depende. Un futbolista sólo tiene que saber bien su cometido, y ponerlo sobre el campo. Pero un futbolista que haga de líder, incluso no siendo de los mejores sobre el campo, le viene bien a cualquier vestuario.

-¿Alguna experiencia así en el Betis?
-Iriney y Cañas tenían ascendente y mucha fuerza. También Roque Santa Cruz. Gente con experiencia, sentido común... En los vestuarios los entrenadores siempre quieren tener un jugador tipo David Belenguer, que también coincidió conmigo en el Betis. Ese futbolista que, esté de acuerdo con tus planteamientos o no, siempre dará la cara por el grupo o le dirá a sus compañeros que tienen que rendir más.

-¿Qué tiene Mel de líder, de psicólogo?
-Mucho. Es un gran gestor de personas y llevaba un psicólogo dentro, por eso comenzó a trabajar conmigo. Además es un tío formado, inteligente y buena persona, y busca la calidad humana en la gente de la que se rodea. Para mí los grandes líderes son aquellas personas que sacan lo mejor de los suyos, más que lograr resultados. Los que transmiten confianza, esfuerzo... Un ejemplo es Pepe y también lo es Gregorio Manzano, a los que he visto gestionar equipos y les digo: ¿cómo podéis hacer creer a la gente tantas cosas?

-Pepe presentará el libro junto a usted.
-Y también hace el prólogo, algo que era importante para mí. A Pepe le gusta escribir y a mí también me gusta, me relaja.

-Rubén Castro me dijo una vez que echaba de menos su psicología.
-Rubén es un hombre espléndido. Que valore mi trabajo me hace sentir bien. La gente me dice que a los futbolistas no les importa nada y eso no es así. Los jugadores son agradecidos, pero no sólo conmigo, sino con los fisios, con toda la gente que les ayuda.

-¿Cómo puede afectarle a Rubén su problema con la justicia?
-Como todo es tan mediático imaginas cómo puede afectar, pero me alegro mucho de que marque tantos goles. Es un futbolista que a poco que marca de nuevo un gol se siente fortalecido.

-¿Psicológicamente, ve al Betis en Primera?
-La dinámica es positiva y eso genera confianza y seguridad, además de tener a dos pedazos de delanteros como Rubén y Jorge Molina. En el fútbol hay muchas emociones y se generan muchos lazos.

-¿Y Vadillo, se recuperará mentalmente tras dos roturas de cruzado?
-Tras una lesión de larga duración el futbolista tiene la duda de si estará tan fino, tendrá miedo por las molestias o a los choques porque puede lesionarse otra vez. Por eso siempre hay un poco de temor. Pero espero que Álvaro lo supere.

-Usted se marchó del Betis y no se ha hablado mucho más de los psicólogos deportivos. ¿Se está perdiendo esa figura?
-Al revés, aunque la figura del psicólogo depende un poco del entrenador y de las directivas. Creo que llegará un momento en que esté en todos lados. Llegará un momento en que el entrenamiento físico y el táctico no pueda evolucionar más, y al final lo que va a diferenciar es la fuerza mental para la competición, que es muy dura.

-¿Le han llegado ofertas de otros equipos?
-Sí, algunas. Pero es una limitación muy grande para mí. No sabes qué día juegas y eso te bloquea completamente la agenda para otras cosas de mi profesión. Eso me mataba. Parte de nuestra credibilidad viene de participar en otros foros académicos y estuve muchos años sin poder hacerlo. Ahora es cuando he empezado a compartir mi trabajo con compañeros y alumnos. Pero sigo trabajando con futbolistas y entrenadores a nivel individual.