ATLÉTICO DE MADRID
Germán Burgos: "Corre de mi parte el equilibrio del Cholo"
"Hay un montón de cosas que acapara el segundo y que a lo mejor no se ven. Pero son importantes porque es un sostén que tiene el primer entrenador", añade.
¿Era imposible seguir tocando en su banda, en Garb, y trabajar junto con Simeone?
—Me divertí mucho. Pero cuando tomas el rol de entrenador es difícil. Lo volvería a hacer, pero con 20 años. No son compatibles la música y el fútbol. Para nada. Pero me divertí mucho. Es una parte mía que recuerdo con mucho cariño.
—El Cholo vive los partidos con intensidad y detrás está usted, como su consejero…
—Es una función que no hacen mucho los segundos, pero para mí es necesaria. Yo estoy mucho más frío. Puedo pensar un poco con más calma. Cuando él se excede, yo le digo: “Tranquilo”. Hay un montón de cosas que acapara el segundo y que a lo mejor no se ven. Pero son importantes porque es un sostén que tiene el primer entrenador para un consejo en determinados momentos que son importantísimos para el fútbol. Y no sólo en el partido. Porque cuando ganas está todo bien, pero en la derrota el equilibrio corre de mi parte.
—Es una bonita relación…
—Nosotros estuvimos ocho años en la selección y tres en el Atlético. Él respira y yo le miro. Y a él le pasa lo mismo conmigo. Tenemos esa afinidad más allá de las palabras. Es importante comunicarte sin hablar. Él deja mucho margen también para dejarse aconsejar. Y eso hace crecer tu trabajo.
—¿Se ve primer entrenador?
—No tengo prisa. Estoy tranquilo. Amo lo que hago. Igual un día… No te digo que no. Pero hasta ahora estoy muy tranquilo y con ganas de seguir. Al lado del Cholo y hacia delante, como lo estamos haciendo. Estás en un lugar, pues intenta ser el mejor. Ésa es nuestra filosofía. Siempre se puede competir. Se puede, pero tienes que mejorar tu preparación, el físico… Yo estaba gordito y bajé 16 kilos. Y voy a seguir bajando.
—Tuvo algunas trifulcas en la banda como con Mourinho o Schmidt…
—No te voy a desvelar el secreto de la Coca-Cola… (risas). Pasemos a la siguiente pregunta.
—¿Cómo le gustaría que le recordaran?
—Como un ser común…, como un camión.