Asensio ilumina a un Mallorca que recupera la respiración

Marco Asensio encendió la luz para sacar al Mallorca de la penumbra en la que ha habitado las últimas seis semanas. Y lo hizo cuando en el horizonte ya se habían abierto las puertas del infierno, que el Mallorca cerró de un portazo con una reacción de orgullo en la segunda mitad y dejando a su rival, el Tenerife, en la cuerda floja. No fue el mejor partido de la temporada de ninguno de los dos equipos, pero a estas alturas la necesidad se impone a las florituras y los bermellones sacaron máxima rentabilidad a sus ocasiones ante el conjunto canario que se marchó lamentando lo que pudo haber sido y no es.

Y eso que los canarios dieron primero con un gol de Maxi al aprovechar el rechace de Cabrero tras un potente disparo desde la frontal. Minutos antes, Suso había tenido una ocasión clara para batir al portero balear en un mano a mano que acabó con un flojo lanzamiento y el Mallorca pidió penalti por unas manos dentro del área rival. Fue lo más destacado de una primera parte que mostraba a la luz los argumentos que llevan a Mallorca y Tenerife a la situación que atraviesan y el por qué están metidos en la pelea por no descender. El Mallorca reorganizó el equipo dando entrada a Javi Ros en la medular y el equipo salió con otro aire y ofreciendo una imagen bien diferente de la mano de Marco Asensio, que por el interior creó las dos jugadas que dieron la vuelta al marcador. La primera, una pared con Xisco Jiménez que acabó con un pase magistral a la defensa tinerfeña y que el ariete culminó a la perfección. La segunda, otro pase de Asensio a Pereira, que hizo su carrera más eficiente, y cedió el gol a Joselu. Dos detalles de clase que decidieron el partido ante la pobre imagen de los canarios en la segunda parte. El Mallorca respira y el Tenerife vuelve a sumergirse en las dudas.