GETAFE 0 - LEVANTE 1
Víctor Casadesús dibuja un futuro mejor para el Levante
Un precioso cabezazo del jugador balear en la primera mitad deja a su equipo a cuatro puntos de la zona de descenso. El Getafe se mostró insulso.
El Levante arregló sus cuentas en el Coliseum. Dispone ya de 32 puntos, lo que le deja momentáneamente a cuatro del descenso, sin aventurar con seguridad que pasará todavía con Almería y Elche, que pueden abaratar mucho más el descenso. El Getafe, sin nadie que le muerda los tobillos, pecó de falta de intensidad. Casadesús, de precioso cabezazo, le puso sonrisa al intenso trabajo de su equipo.
El Levante entró al partido vestido de negro, que no es el color de las mejores premoniciones.
Consciente que el Getafe no tenía a ninguno de sus centrales titulares (Alexis y Velázquez), Lucas Alcaraz acudió al olor de la sangre y alineó a dos delanteros, más el refuerzo de Morales y su peligrosa llegada por sorpresa. Atrás dejó a tres centrales. La belleza del proyecto consistía en que nada podía fallar.
La salida del Levante fue directa, con presión alta. Las prisas a flor de piel. Ni cuatro minutos hubo que esperar para ver la primera ocasión, un remate de cabeza de Barral que cayó llovido a las manos de Guaita.
Por muy preparada que se tenga la estrategia de un partido, siempre existe la posibilidad de que surja algún contratiempo, y Naldo, en uno de esos errores que acostumbra de cuando en cuando, le entregó el balón a Casadesús en la frontal del área, no sabiendo aprovecharlo Barral para marcar.
La primera llamada del Getafe fue en el 14’, en un desmarque de Escudero propio de un escapista, pero cuyo remate cruzó demasiado. El segundo aviso fue mucho más serio, cuando en el 21’ Diego Castro se plantó ante Mariño pero remató reventándole el cuerpo. No la paró Mariño. Le golpeó Diego Castro.
Tan entregado estaba el Getafe que acabó despistándose, y de un mal rebote llegó un gran gol. Casadesús conectó un precioso cabezazo (los tiene patentados), Escudero se quedó contemplando las estrellas y Guaita nada pudo hacer. Golazo.
Tras el 0-1, la decisión inicial del Levante de jugar con tres centrales recobró más sentido aún. Tocaba defender la cueva.
De cabeza también pudo llegar el empate, pero el testarazo de Juan Rodríguez salió alto en el 44’. En el 50, un disparo centrado de Diego Castro.
El Levante le puso cloroformo a la segunda mitad y el partido se durmió. Poco reseñable sucedió, apenas alguna subida de Escudero, algún regate decorativo de Sarabia, y lecciones de veteranía de Juanfran, cerrando siempre con suficiencia.
Tan poco tenía a lo que agarrarse el Getafe que Sarabia solicitó penalti (por si pica el árbitro) en una falta que él botó y golpeó en la barrera. Pegó en la cabeza de Barral y de ahí el balón salió hacia el brazo del delantero. Si hubo mano, fue totalmente involuntaria.
Lo mejor del Getafe lo puso al final Freddy, que revolucionó el partido rompiendo por la izquierda, abusando ya de unos cansados Iván López y Vyntra. No obstante, el Getafe no llegó al empate por milímetros, los que les faltó a Babá (79’) para llegar a un centro de Sarabia. El senegalés, en vez de rozar el balón, se chocó con el portero.