El portero del Málaga, listo para la batalla
Carlos Kameni: “Daremos la talla, no tenemos miedo a nadie”
Muy pocos son los porteros que sobreviven a una batalla en territorio blanco. Pero Kameni está convencido de las opciones del Málaga. Ya salió indemne del Camp Nou.
—Decía días atrás que el Málaga podía liarla hoy en el Santiago Bernabéu...
—Claro que sí. Ese es el objetivo. Es un gran escenario para disfrutar del fútbol. No hay que tener miedo de nada ni de nadie, hay que salir a hacer lo que sabemos. Vamos a dar la talla.
—¿No le intimidan jugadores como Cristiano o Bale?
—Durante el partido no te fijas en la cara de nadie, sólo estás pendiente del balón y del juego.
—La mayoría de porteros que van al Bernabéu se llevan una goleada.
—Si lo haces bien, quizás no te hagan gol.
—¿Qué Madrid esperan?
—Se están jugando muchísimo. Ellos no van a especular, van a ir a por todas.
—El Madrid se está jugando el título, pero el Málaga se juega un puesto en Europa.
—Queremos ir a Europa. No va a ser fácil, pero hay que apretar los dientes. Hay que salir a por los tres puntos.
—Siendo realista, ¿se ve sexto o séptimo?
—La sexta es una plaza muy buena y es posible. Si somos séptimos, dependeremos de otro equipo. Y siempre es mejor depender de uno mismo.
—Su temporada, a nivel individual, está siendo brillante.
—Soy un ganador y siempre me exijo más. Están saliendo bien las cosas. Los futbolistas somos egoístas, queremos jugar, y echaba de menos esta adrenalina que sentimos cada semana antes de los partidos.
—La afición le demuestra un cariño enorme...
—Pero eso no es nuevo. Lo que me sorprendió fue el ánimo que me daban cuando no jugaba. Me dijeron que caí de pie y lo cierto es que siempre me he sentido muy querido. Cuando corean mi nombre, me dan alas, siento que quiero volar. Y cuando hay un fallo, aún arropan más. Dan una fuerza increíble.
—¿Qué partido o parada de esta temporada recuerda con más cariño?
—Hay muchos momentos. El primer partido contra el Athletic fue muy especial. Venía de un momento delicado. Me pedían irme, la llegada de Memo... Y Gracia apostó por mí. Fue un partido muy importante. Sentía que me la jugaba aquel día. Se hablaban muchas cosas y era clave hacerlo bien.
—Hablaba de Memo Ochoa y hace varias semanas hizo unas declaraciones en Francia en las que se le notaba muy molesto con él.
—No nos hablamos, pero eso no significa que esté molesto. Forma parte del trabajo. En mi vida nadie me ha regalado nada, soy un competidor y la competencia, para mí, debe ser sana. Pero si debe ser así, por qué no.
—¿Dónde está el origen de esa rencilla?
—De un día para otro dejó de saludarme, pero para mí no es problema. La competencia es que cada uno intenta parar todos los balones que le llegan y luego decide el entrenador. Llevo 11 años en España y he tenido a Iraizoz, Casilla, Lafuente, Cristian Álvarez, Willy... y nunca he tenido ningún roce con ningún compañero.
—Gracia fue quien apostó por usted de verdad en verano. ¿Qué le dice?
—Me exige, sólo con la mirada nos entendemos.
—El técnico está haciendo un trabajo espectacular.
—Me sorprendió mucho. No le conocía. Está haciendo una labor increíble. Tiene un equipo muy joven y le ha dado continuidad a unos chavales que no juntaban ni diez partidos en Primera.
—La respuesta de los jóvenes está muy por encima de lo esperado.
—De lo que se esperaba, sí. Pero se veía que tenían un potencial enorme y aún no lo han dado todo. No hay que pedirles todo de golpe, están creciendo poco a poco. Van a llegar muy lejos.
—Amrabat es tema de actualidad en Málaga. ¿Kameni pagaría los 3,5 millones por él?
—Sí. Es un buen jugador y es importante tener a los buenos jugadores en tu equipo.