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REAL MADRID 3 - EIBAR 0

El Madrid marcó tres goles al Eibar y sumó cinco puntos

El equipo de Ancelotti se deshizo con facilidad del Eibar y comenzó una jornada redonda. Marcaron los tres de su improvisado ataque: Cristiano, Chicharito y Jesé.
Levante - Eibar: LaLiga Santander, jornada 29

Madrid
Cristiano Ronaldo celebra su gol con Marcelo e Isco.
Cristiano Ronaldo celebra su gol con Marcelo e Isco.Getty Images
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El Madrid cumplió con su parte: ganar y presionar al líder. Volvió a marcar Cristiano (37 en Liga) y se reivindicaron tanto Chicharito como Jesé. No hubo sorpresas. Lo más difícil que paró Keylor Navas fue una acometida de Pepe, fuego amigo. La satisfacción por la victoria dio lugar a la fiesta cuando, cuatro horas después, el Barça empató en Sevilla. Para soñar con el título ya no hacen falta estampitas, aunque tampoco sobren.

La historia del partido fue una de tantas. Dentro de unos años, cuando las víctimas del Bernabéu se reúnan a recordar viejos tiempos, presumirán de los minutos que resistieron sin recibir un gol. El Eibar aguantó veinte. Hasta esa frontera se manejó con soltura, con orden y sin gota de miedo. También sin pizca de pólvora. La parsimonia del Madrid en ese tramo nos hizo imaginar un partido con intriga. Hasta que un acelerón de Cristiano acabó con el suspense.

En el extenso elogio que merece el portero del Eibar, Xabier Iruretagoiena, hay que abrir un anexo para apuntarle la ingesta del primer gol. Antes y después, dejó intervenciones sobresalientes, de guardameta ‘fichable’. La desgracia de un portero es que ni siquiera cien aciertos tienen poder para borrar un error que termina con el balón dentro de la portería. En descargo de Irureta hay que señalar que el lanzamiento de falta era de Cristiano y que la pelota se agazapó tras la barrera hasta que la saltó al abordaje, hecha una furia. Además, botó poco antes de raya, lo que hizo explosionar todos sus efectos. Finalizados los argumentos exculpatorios, diremos que Irureta, probablemente, hubiera atrapado el balón de quedarse quieto.

No hubo más noticia del Eibar. Diez minutos después marcó Chicharito, a pase de Arbeloa, y no hubo madridista en el mundo que no se alegrara. La razón es que el mexicano tiene el encanto de los delanteros livianos, casi frágiles de tan finos y bien educados. Su apodo, “Guisantito”, completa su imagen de personaje de Andersen o los hermanos Grimm, primo hermano del Sastrecillo Valiente y pariente de otros héroes del peso ligero como Pulgarcito o Garbancito. Como en los cuentos, Chicharito compensa con inteligencia la fortaleza de sus rivales. En otros tiempos, el Bernabéu se hubiera enamorado de un delantero así, capaz de marcar un gol difícil y fallar dos fáciles. Ahora, con Cristiano en plan biónico, los niños han dejado de leer cuentos y juegan al FIFA 2015.

Cuando el partido se agotaba, Jesé consiguió un gol de mérito, muy suyo, con idénticas dosis de velocidad y talento. Fue así como salvó un partido que había sido discreto para lo mucho que, todavía, se espera de él. Ningún reproche, no obstante. Ni para él ni para nadie. No fue un encuentro para rumiarlo, sino para sumar los puntos y esperar al Sevilla, que también cumplió. A falta de siete jornadas para la conclusión, hay Liga y hay cardiólogos. Por fortuna.