Un Albacete crecido se lleva los tres puntos ante Las Palmas

El Albacete se aleja del descenso gracias a una victoria muy trabajada ante Las Palmas (1-0), uno de los firmes candidatos al ascenso, mientras que el cuadro canario se aleja del liderato y se complica la vida para subir a Primera de manera directa.

El equipo manchego jugó sin complejos ante Las Palmas. Los hombres de Luis César Sampedro asumieron el control del balón durante toda la primera mitad y buena parte de la segunda, donde sólo en los minutos finales pasaron apuros gracias a las acometidas de un equipo visitante que atacaba a la desesperada.

A los nueve minutos del partido llegó la primera ocasión para los locales, con una buena internada de Keko por la derecha que obligó al guardameta Casto a realizar una parada muy oportuna cuando Rubén Cruz se encontraba solo en la línea de gol.

A los visitantes les costó demasiado entrar en el partido. Tuvieron que pasar treinta minutos para ver la primera aproximación con peligro al área de Dorronsoro, con dos ocasiones que se estrellaron en la muralla defensiva, primero a pies de Culio y más tarde con Alfredo Ortuño y Araújo como protagonistas.

Curiosamente, la mejor ocasión de la primera mitad fue para el equipo menos activo en ataque. Al filo del descanso, Alfredo Ortuño se encontró con un balón en el borde del área que envió demasiado alto cuando tenía todo a su favor para subir el primer tanto al marcador.

En la segunda parte apenas cambió el panorama, al menos de inicio. El Albacete seguía manteniendo la posesión del balón mientras el equipo de Paco Herrera parecía conformarse con el empate, dejando sus opciones a la inspiración de sus peligrosos hombres de atraque.

En el minuto 61 llegó la jugada que cambió las directrices del juego y que, a la postre, supuso el resultado final. Miguel Núñez remató un córner con algo de fortuna, la pelota rozó en un defensa y perjudicó la posible parada de Casto, y acabó con el único gol del partido.

A partir de ahí, Las Palmas puso todas la carne en el asador. La entrada de Jonathan Viera supuso un plus de energía para el ataque canario, mientras que el Albacete fue cediendo metros y la posesión del balón.

Los últimos minutos fueron un monólogo del equipo visitante. El Alba estaba encerrado en su área, defendiendo el resultado con uñas y dientes y sin perder la vista al cronómetro. Los delanteros canarios lo intentaban de todas las maneras posibles, pero la muralla manchega era infranqueable.

Algunas manos imposibles de Dorronsoro y los remates al cuerpo de Miguel Núñez y Pulido, junto al nerviosismo final de los desesperados delanteros canarios, evitaron que hubiese más goles en un Carlos Belmonte que disfrutó con la entrega de los suyos en un partido muy entretenido.