CELTA 0 - BARCELONA 1
Uno por uno del Barça: Mathieu ya amortiza los 20 millones
Dos de los fichajes del Barça esta temporada salvaron la papeleta. Bravo fue determinante en el primer tiempo y el central volvió a hacer un gol decisivo.
Bravo: Hizo una parada sensacional en la primera parte y pudo cometer penalti sobre Nolito, aunque antes llega a tocar el balón. En la segunda parte apenas tuvo trabajo y vio cómo la retaguardia le evitaba complicaciones.
Alves: Le tocó un duro examen al medirse con Nolito. Sufrió mucho para frenarlo, aunque a veces pudo imponerse. Tuvo el gol cerca en el 62’, pero cuando lo tenía todo de cara, remató fuera de manera incomprensible.
Piqué: Partidazo. Concentrado es uno de los mejores del mundo. Decisivo en el tramo final al evitar un remate de Charles, en la primera, cuando mordió el Celta, supo darle mordiente al equipo. Peleó en la salida de balón y se sumó para ayudar en ataque.
Mathieu: Como en el Clásico hizo un gol importantísimo de cabeza a la salida de una falta. De nuevo, estrategia. Berizzo provocó que fuese él que le diera salida desde atrás al Barça y claro, no es su fuerte. Rápido en las coberturas, el equipo agradeció su certero cabezazo.
Adriano: No se complicó nunca la vida ni se desconectó. Peleó con Orellana, aunque siempre manteniendo bien su lugar. No brilló al sumarse en ataque, pero tampoco se ahogó al defender.
Rafinha: Fue relevado antes de la hora de partido. Sufrió mucho y no pudo crear con comodidad. Condujo mucho y le cerraron el camino del pase sencillo. No podrá guardar un buen recuerdo del partido, más allá de comprobar el cariño que le tienen en Vigo.
Busquets: Imperial. De menos a más en el partido, acabó dando una lección de posición y toque de balón. Arruinó la gloria a Noilito en el último instante, al taponar el tiro del andaluz. Se perderá el partido ante el Almería, tras ver una amarilla inteligentemente buscada.
Iniesta: Trató de organizar el juego, pero la presión local le ahogó y no disfrutó. Llegó, incluso, a patear el balón para quitárselo de encima. Tuvo acciones destacadas, pero sigue sin arrancar como de él se espera.
Messi: Sergio le arruinó un par de veces la fiesta y al final, cuando de un golpe de cintura lo sentó, remató fuera. Buen partido el suyo, después de dos semanas sin haber disputado ni un segundo.
Suárez: Se peleó, como siempre, con todo el mundo. Sólo remató una vez a portería. Abrió espacios para las entradas de Neymar y Messi. Partido más físico que de lucimiento.
Neymar: Hubo dos versiones de él en el partido. La primera fue la mala, la que deja que desear. La segunda, en cambio, apareció más activo, anulándole de manera injusta un gol por fuera de juego. Provoca mucho y entra a los vaciles rivales, cosa que les saca del partido.
Sustituciones:
Xavi: Lo que deberían hacer es no dejarlo ir a Qatar y obligarle a acabar el contrato. Como dijo Piqué esta semana, “Xavi es la esencia del juego”. Y así se demostró en Balaídos. Le da un toque de distinción excelente. De lo mejor de los culés en Balaídos.
Pedro: Activo. Bien. Vivo y participativo. Se dejó ver en el rato que Luis Enrique le concedió.
Rakitic: Presencia testimonial.