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ESPANYOL

Espanyol y Elche, un idilio entre puertas giratorias

De Re, Marcial y Lico al 'salvador' Corominas. Algunos de los jugadores que han pasado por Espanyol y Elche, rivales el lunes, pueden tener su puerta en Cornellà.

Actualizado a
La afición del Espanyol ya brindó a Coro una calurosa bienvenida en el encuentro ante el Elche de la pasada temporada.
CARLOS MIRA

Si las puertas del Power8 Stadium serán legendarias cuando concluya la encuesta para poner allí los nombres de los grandes jugadores de la historia del Espanyol, las puertas entre el club perico y el Elche llevan décadas abiertas, aunque en este caso son giratorias. Varios símbolos han militado en ambos equipos, siendo Ferran Corominas el actual estandarte del idilio.

Los dos primeros futbolistas de esta historia mayúscula llegaron a Sarrià en 1966: Cayetano Re y Marcial Pina. Dos piezas del Espanyol de los Cinco Delfines. Marcial llegó directamente desde el Elche, en un traspaso que sería impensable a día de hoy, y no porque se produjo sin haber terminado aún la pretemporada (en abril).

Al rubio de oro le pretendían el Barcelona y el Inter de Milán, pero el presidente ilicitano, Manuel Martínez Valero, tenía apalabrado con Santiago Bernabéu su pase al Madrid por ocho millones de pesetas... Hasta que llegó el máximo mandatario perico, Juan Vilà Reyes, y puso diez. Una cantidad inalcanzable incluso para los grandes clubes europeos. Tres temporadas estuvo Marcial en el Espanyol hasta que, entre otras cosas, estalló el célebre caso Matesa —por el que Vilà Reyes fue condenado a 223 años de prisión— y acabó traspasado al Barcelona por 20 millones.

Camino inverso es el que trazó Re, al que el Espanyol, donde estuvo cinco años convirtiéndose en el hombre gol de los Cinco Delfines, rescató de la escuadra azulgrana. El paraguayo, para entonces, ya había jugado en el Elche, que es el club que le hizo saltar a Europa tras cuajar un notable Mundial en 1958.

Solo dos años más tarde, en 1968, aterrizaría en Sarrià también procedente del conjunto franjiverde José Antonio Lico. El mítico centrocampista, que formó una inseparable pareja con Jesús Glaría, costó 11 millones, incluso más que Marcial, y durante tres cursos vivió un descenso y el posterior regreso a Primera como perico.

Pasadas más de cuatro décadas, las puertas giratorias funcionan en la dirección contraria. En 2010, Edu Albacar ingresaba en el Elche tras haber militado en la cantera del Espanyol entre 2001 y 2003: por su amistad con Dani Jarque siempre ha portado el ‘21’. Ferran Corominas llegaba al Martínez Valero en 2012, tras convertirse en el salvador de los pericos en 2006 y no contar para Mauricio Pochettino. Es el mismo motivo que acabó con Javi Márquez también en Elche, cedido por el Mallorca, la pasada temporada, y con Grégory Beranger, que recaló allí tras rescindir como perico.