BETIS
Un calendario ‘casero’ y ante muchos rivales de la parte baja
Zaragoza y Sporting, los enemigos de más fuste. El Betis jugará la mayoría de sus partidos al calor del Villamarín y otro con muchos aficionados propios: en el Mini Estadi.
La jornada se alió con el Betis, pues el empate del Sporting en Gijón dejó al equipo verdiblanco como líder en solitario de la categoría. Incluso con el mal juego de Huelva, las expectativas del club heliopolitano no pueden ser mejores, pues el calendario es absolutamente benévolo. Ya ha jugado practicamente con todos los equipos de arriba y sólo le queda un Miura, en la última jornada, contra el Sporting de Gijón. Para entonces, los hombres entrenados por Pepe Mel ya deberían estar en Primera. Ése y el partido contra el Zaragoza de dentro de tres jornadas son los envites, a priori, más difíciles que deberá afrontar al Betis. Tanto ante gijoneses como aragoneses, lo hará al calor de su gente.
De las 11 jornadas que le quedan al conjunto verdiblanco, ocho son ante equipos que viven más allá de la mitad de la tabla. Y seis, en el Villamarín. Empezando por el encuentro del próximo domingo contra uno de los que se presumía iba a ser gallito de la categoría pero que vive tiempos muy difíciles, en lo económico y lo institucional, como es Osasuna. Una semana después, el Betis casi volverá a jugar en casa pues viaja al Mini Estadi de Barcelona, con lo que ello supone de afición propia. El filial culé, además, no pasa por un buen momento. Está en puestos de descenso.
Alavés, Mallorca, Lugo, Racing, Alcorcón y Tenerife son los otros equipos con clasificación discreta a los que se enfrentará el Betis. Es evidente que el juego debe mejorar, pero contra rivales menos fuertes todo sería más fácil.