El debut de Romero mide la ambición de David Moyes

El Córdoba estrena nuevo entrenador está tarde en Anoeta. El tercero esta temporada. La aventura de Djukic apenas ha durado unos meses, y ahora es el turno de José Antonio Romero, hasta ahora entrenador del filial. Una solución de emergencia absoluta que no parecer haber elegido el mejor escenario para echarla a andar. Porque visita a una Real al alza, que atraviesa su mejor momento de la temporada, que parece haber reaccionado poco a poco de mano de David Moyes, sobre todo delante de su afición, donde se muestra casi inexpugnable. Madrid, Atlético y Barça pueden dar buena cuenta de ello.

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Real y Córdoba parecía que vivían vidas paralelas. Con problemas con sus entrenadores de inicio de temporada, parecían haber encontrado una solución a sus problemas con sus cambios en el banquillo. Tanto Djukic como Moyes trajeron alegrías a sus primeras semanas, pero después se estancaron. Sin embargo, mientras los cordobeses no reaccionaban, los donostiarras simplemente vivían una recuperación lenta y silenciosa, hasta el punto de encontrarse hoy en la tesitura de ganar su tercer partido seguido, algo que todavía no han logrado esta temporada. Puede que la Real de Moyes no enamore, pero es mucho más sólida, sufre y hace sufrir, rentabiliza como nadie sus goles, y compite sin descanso.

Áspero. No le espera, por tanto, un debut cómodo a Romero. Su Córdoba llega agobiado por la clasificación y con la baja de última hora de Ghilas, su futbolista más desequilibrante. Tendrá que echar mano de Bebé y Florin Andone, convocado esta semana con Rumania y que debe volver a lucir como hace semanas. El problema es que la Real cuenta con un arma secreta: Carlos Vela. El mexicano está recuperado, lleva toda la semana entrenando con el equipo y aunque sea prematura su titularidad, Moyes tiene pensado incluirlo en la convocatoria. No se puede prescindir nunca de un jugador tan valioso como Vela. Porque el escocés es ambicioso, sabe que la octava plaza puede tener premio europeo.