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ATHLETIC 2 - ALMERÍA 1

Quinta victoria seguida de un Athletic que sigue escalando

Los goles de Etxeita y Rico acercan a Europa a los locales. El tanto de Balenziaga en propia meta fue insuficiente para un Almería que sigue en zona complicada.

Quinta victoria seguida de un Athletic que sigue escalando
Alfredo AldaiEFE

El Athletic va lanzado a por la última plaza europea, que ya está a cinco puntos. Su quinta victoria consecutiva, algo que no lograba desde el equipo ganó los últimos títulos, le convierte en un adversario temible en el mano a mano con el Málaga. Anoche le bastó una gran primera mitad ante un Almería inofensivo, que ni siquiera supo agobiarle tras encontrarse con un gol de churro por un desvío de Balenziaga.

El equipo de Valverde salió lanzado a por la victoria y empezó a dominar el partido a balón parado. Y eso que San José y Aduriz estaban en la tribuna. Etxeita, que ya había marcado en la ida al Almería, mandó a la red de cabeza con clase de cabeza un córner de Beñat e Ibai hizo astillas el larguero en una pelota suelta en el siguiente centro detenido al área.

El Almería se movió como un alma en pena detrás de los rojiblancos, imperialmente dirigidos por Beñat. Si no viajó al descanso con cinco goles en contra fue porque simplemente no estaba Aduriz. Y eso que la movilidad de Guillermo, siempre rompiendo al primer palo, dio su juego. La solución de Williams en banda es un chollo, a su portentosa zancada, une un buen centro, como el que dio pie al golazo de vaselina de Rico y otro fantástico atrás en la segunda parte que no embocó Ibai. De enmarcar para un futbolista, el ex del Granada, que une a su trabajo sin descanso un instinto con la portería rival a destacar.

Los de Juan Ignacio Martínez apenas inquietaron con un disparo de Hemed en el primer tramo. El veloz Wellington lo intentaba una y otra vez, pero apenas le acompañaban en ideas. Rico, Muniain, tras un jugadón, e Ibai, de cabeza, pudieron marcar antes de la llamada a vestuarios.

Faltaba por comprobar lo que los almerienses pondrían sobre la mesa tras el respiro de quince minutos. La respuesta fue muy tibia. Y eso que se encontraron con un gol inesperado, después de que un desvío de Balenziaga a centro de Wellington se envenenase hasta acabar en las redes de un Iraizoz que no pasó más apuros. Habrá que ver en las próximas jornadas si la escasa productividad andaluza se debió a que los leones no le permitieron progresar o es que realmente el Almería está condenado a pasar una penuria por esquivar el descenso.