De la salvación a Europa

Málaga y Córdoba no se enfrentaban en Primera División, en La Rosaleda, desde 1972. En aquel partido el resultado fue 2-2. Migueli y Arias equilibraron los dos goles de Manolín Cuesta. Grandes jugadores y bellos recuerdos. Pero la realidad de 2015 es otra. El Málaga, con 41 puntos, sueña con jugar la Europa League y el Córdoba, con sólo 18, debe ganar para poder mantener vivo el milagro de una permanencia en Primera que se ha torcido por culpa de siete derrotas consecutivas.

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Djukic cumple una vuelta como entrenador cordobesista. Chapi Ferrer, el técnico que ascendió a los blanquiverdes 42 años después, fue destituído tras perder contra el Málaga en la primera vuelta (1-2). Ahora hemos leído que Manolo Jiménez está en la recámara por si Djukic no supera la prueba del algodón… Así es la vida.

El partido es duro. Viene mucha gente de Córdoba. Los malagueños desean lo mejor para el equipo blanquiverde, pero los objetivos son distantes. La afición del Málaga no soñaba más allá de la permanencia. La del Córdoba se restregaba los ojos porque sus gente más joven no le había visto en Primera. No es una tontería afirmar que este partido es una final y un antes y un después. Si gana el Córdoba, tendrá esperanza. Si pierde, se irán sus sueños.

En Málaga hay un debate. ¿El equipo se ha relajado? Javi Gracia ha variado el discurso. Sabe que la permanencia está conseguida. Ahora los sueños son otros. Más allá. Pero el Córdoba está inquieto porque sabe que no ganar hoy le condena. Así es la vida en este deporte.

Javi Gracia repite convocatoria. Esto significa que puede poner en el verde un mismo once donde no aparezca Nordin Amrabat. Aunque el marroquí tiene opciones de ser titular después del mal partido del equipo hace ocho días en Granada. Amrabat es el hombre franquicia del Málaga. Pero ahora no está teniendo continuidad en el once. Necesita un buen partido para romper de nuevo. Igual le llega el momento en el atractivo derbi de hoy.