EIBAR
El Eibar sigue en caída libre
Con esta nueva derrota, los de Garitano se acercan peligrosamente a la zona de descenso, la cual se sitúa en estos momentos a seis puntos.
Mala pinta tiene esto. Por séptima vez consecutiva (todo lo que se lleva de segunda vuelta) el conjunto armero sale de vacío de un encuentro que, por lo menos en esta ocasión, tuvo en sus manos.
Con esta nueva derrota, los hombres de Gaizka Garitano se acercan peligrosamente a la zona de descenso, la cual se sitúa en estos momentos (sin que hayan jugado Almería, Granada y Córdoba) a seis puntos. Pero, sin embargo, lo peor no es la situación clasificatoria, si no el bucle en el que ha entrado el equipo en el que nada le sale a derechas. La única nota positiva que se puede sacar del Ciutat de Valencia es que los guipuzcoanos volvieron a ver puerta después de cuatro partidos seguidos sin marcar aunque, una vez más, no sirvió para nada.
Dos jugadas totalmente desafortunadas en apenas dos minutos permitieron al Levante darle la vuelta al marcador tirando por tierra el gol de Saúl Berjón, que ponía momentáneamente fin a la mala racha azulgrana.
Tal y como reconoció el técnico vizcaíno a la conclusión del choque, “en dos minutos cometimos dos errores por falta de contundencia que nos han hecho perder. Veníamos de poder hacer el 0-2 con Lekic y en la siguiente jugada ha llegado el 1-1. No hemos sido contundentes en un par de jugadas y ahí se nos ha ido el partido”, pese a lo cual el propio míster indicó que “creo que hemos hecho un partido para no perder”.
Como solución a esta mala racha Garitano dio la fórmula de “seguir unidos y trabajo. Aún tenemos equipos por detrás y hoy hemos vuelto a ser el Eibar, aunque no tenemos la suerte que nos hace falta. El equipo está compitiendo en Primera División. Lo malo es que no somos capaces de dejar la portería a cero en los últimos partidos”.
En esta tesitura, la semana que viene, y con la ausencia de Dani García por la expulsión de anoche, llega a Ipurua el Barça, un rival que no parece el más propicio para reconducir esta mala situación. Así las cosas, el encuentro de dentro de quince días en Granada puede ser un punto de inflexión, si no de resultados, quién sabe si de medidas más drásticas.