La crisis de la cantera
Los pobres resultados del fútbol base alarman al club azulgrana
El Barça B y los Juveniles están por debajo de las expectativas que hay en el club. Mantener la categoría es el reto y el gran objetivo de un filial que no levanta cabeza.
El Barça siempre había presumido de la buena salud de su Masia y de los excelentes resultados de las categorías inferiores, pero esta temporada los principales equipos del fútbol base están en horas bajas. El Barça B se encuentra a un punto del descenso y ambos Juveniles no están rindiendo al nivel esperado. El club ha decidido tomar cartas en al asunto.
La primera decisión drástica que tomó el Barça fue la destitución del preparador del filial, Eusebio Sacristán, que dejó al equipo al borde del descenso. El técnico vallisoletano no sacó provecho de una prometedora plantilla y evidenció cierta incapacidad de reacción ante varios resultados adversos. Paradójicamente, el mismo Eusebio fue el artífice de la mejor clasificación en Liga Adelante del equipo. Fue en la temporada pasada cuando el filial logró una meritoria tercera posición. El nuevo técnico del Barça B, Jordi Vinyals, no ha mejorado la situación y únicamente ha sumado un punto de los seis posibles.
En el Juvenil A, más de lo mismo. Con la eliminación del equipo de la UEFA Youth League saltaron todas las alarmas. A finales de febrero la temporada ya está perdida. Los de García Pimienta no tienen nada a lo que agarrarse ya que se encuentran a 17 puntos del líder de la División de Honor, el Espanyol, y la clasificación para la Copa del Rey parece una utopía. La comparación con el curso pasado resulta desastrosa. El equipo levantó la Youth League —la Champions Juvenil— y se paseó en la Liga donde consiguió aventajar en 10 puntos a los pericos. Por otro lado el Juvenil B también se encuentra en horas bajas, tercer clasificado del grupo 7 de la Liga Nacional, está lejos de repetir el título del curso anterior.
En Can Barça están preocupados por estos resultados. El director de fútbol base, Jordi Roura, ya avisó a los jugadores del filial: si bajaban de categoría iban a “comerse” Segunda B, ya que no existirían facilidades para bajarse del barco o rescindir contratos. El objetivo está claro: mantener la categoría cueste lo que cueste. El mismo Roura también se reunió con los jugadores del Juvenil A a los que les reclamó más dedicación y esfuerzo para finalizar la temporada dignamente. “Esto es el Barça y aquí no se puede hacer el ridículo”, sentenció.
El Cadete es la Excepción
Entre los pésimos resultados del fútbol base destacan positivamente ambos Cadetes del club, que siguen arrollando en sus respectivas ligas. El Cadete A es líder de la categoría y ha ganado 17 de los 18 partidos disputados. Mientras el Cadete B también encabeza su competición a 13 puntos del segundo.