LEGANÉS
Postigo, de descarte de Bordalás a pieza básica del Leganés
El capitán pepinero vivirá un derbi especial el próximo domingo. El Alcorcón cerró su fichaje en 2012, pero Bordalás truncó el acuerdo.
El derbi del próximo domingo entre Leganés y Alcorcón será algo más que un derbi para Sergio Postigo. El capitán pepinero pudo ser jugador amarillo en verano de 2012. De hecho, debió serlo. Ambas partes habían alcanzado un pacto verbal para su incorporación tras acabar contrato con Osasuna. Sin embargo, la marcha de Anquela y la llegada de Bordalás al banquillo alfarero truncó el fichaje en el último suspiro. Ni siquiera la insistencia del ex director deportivo alfarero, Nico Rodríguez, pudo convencer al hoy de nuevo entrenador del Alcor. En apenas unas semanas, Postigo pasó de verse en Segunda a estar sin equipo. Acabó firmando por el Getafe para reforzar su filial 48 horas antes de que comenzase la Liga en Primera.
“Las negociaciones con el Alcorcón no fueron flor de un día. A mitad de la temporada 2011-2012, cuando jugaba en Osasuna B, Nico me llamó para saber cuál era mi panorama contractual. Me dijo que estaban muy interesados en mí. Mi respuesta fue de espera. En Pamplona aún no sabían si podría dar el salto a la primera plantilla”, empieza a relatar el ganador, esta campaña, del premio a mejor futbolista blanquiazul en los meses de noviembre y enero.
“Nico insistió mucho y hasta mantuve una reunión con él en Semana Santa para dejar pactadas las condiciones si finalmente Osasuna no me renovaba. Y así fue. Me dijeron que no podía dar el salto, pero el propio Osasuna me recomendó firmar por Alcorcón por ser un Segunda con aspiraciones de subir de categoría”, confiesa.
“Tras este paso, Nico fue quien apeló a mi paciencia. El Alcor estaba inmerso en pleno play-off de ascenso contra el Valladolid. Mi fichaje sólo les interesaba si se mantenían en Segunda. Debía esperar. Cuando, por desgracia, cayeron eliminados, se retomaron los contactos”, añade.
Entonces se produjo el suceso que truncó cualquier atisbo de fichaje: Anquela abandonó Santo Domingo. Bordalás fue el recambio escogido y nuestro protagonista no entraba en sus planes. “Me comunicaron que Bordalás no me conocía de nada y que no quería ficharme. Imagínate cómo me quedé después de tanto tiempo. Fue un duro golpe y así se lo hice saber a Nico. Él comprendió mi situación y convenció a Bordalás para que entrenase a prueba durante la pretemporada. Después de tres semanas no logré cambiar su parecer. Me quedé en la calle”, admite con cierto tono apesadumbrado.
“Resulta curioso que cuando empecé a buscar equipo, Miguel Melgar (entonces director deportivo del Leganés) me telefoneo un día para pedirme perdón porque no podían ficharme. A Pablo Alfaro sí que le gustaba, pero la plantilla estaba completa y no había hueco para mí. Fue un bonito gesto porque yo no hablé en ningún momento con el Lega para regresar, para que me salvaran del apuro. Fueron ellos los que mostraron esa voluntad de ‘rescatarme’. Todo un detalle”, recuerda Postigo.
Pero volvamos al derbi de la próxima jornada. “¿Sentimiento de revancha el domingo? Ninguno. En el fútbol estas cosas pasan. El fichaje no salió y ya está. No tengo rencor hacia el Alcorcón o hacia Bordalás. Para mí será un derbi importante, pero no un derbi de venganza. Para nada”, continúa.
Un año después del ‘caso Alcorcón’, y tras una temporada en el Coliseum Alfonso Pérez, el Leganés, el club en el que se había formado como futbolista, volvió a golpear su puerta. Su traspaso, ahora sí, se cerró sin problemas. Postigo retornó a Butarque para convertirse en pieza clave del ascenso pepinero a Segunda. “He jugado en primeras como Osasuna y Getafe, pero como me siento en el Leganés no me siento en ningún sitio. Aquí es donde quiero estar. Donde soy feliz”, concluye.