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Betis 2 - Girona 1

Jorge Molina enseña al Betis el camino de la esperanza

El alcoyano lidera el triunfo del Betis ante el Girona con una actuación magistral. Mel acertó en los cambios y ahogó a un adversario sin magia.

Jorge Molina enseña al Betis el camino de la esperanza
MIGUEL ANGEL MORENATTI
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Pepe Mel dibujó una receta efectiva que ahogó al Girona en el Benito Villamarín (2-1) gracias al buen hacer de un Jorge Molina providencial al inaugurar el marcador cuando su equipo ya imponía su poderío sobre el césped. Tras una semana llena de dudas debido a las sospechas de amaños y un virus que hizo temblar al vestuario, el Betis se llevó los puntos y renovó una esperanza que nunca debió perder.

Muchas y mejores intenciones trató de ejecutar el Betis en el primer tiempo. Manejó bien la zona de tres cuartos cuando consiguió que el balón alcanzara a sus piezas de creación. El Girona apostó por una fuerte presión y jugó sus cartas en las anticipación y la búsqueda en largo de Sandaza, además de encontrar un filón en el flanco zurdo con Aday. Portillo y Dani Ceballos comenzaron a entrar en juego y sus pases interiores hicieron daño a Lejeune y Ramalho.

Pero fue una llegada del Girona lo que inició el intercambio de golpes. Sandaza se aprovechó de la desorientación de los centrales béticos para poner a prueba a Adán, que respondió con una buena mano. Ni Rodas ni Jordi lograban encontrar el modo de parar al delantero del Girona.

El equipo de Mel tomó el dominio a partir de ese instante y decidió que sus mejores bazas estaban condicionadas al buen repliegue del rival. Pero intervino Jorge Molina para penetrar desde fuera y Ceballos encontró espacios para inventar. El alcoyano disfrutó de una buena ocasión y Portillo dejó solo a Rubén Castro posteriormente. Pero el canario no atraviesa su mejor momento. El descanso frenó las acometidas verdiblancas, que hasta ese momento trasladaban a su adversario más miedo que respeto.

Tras la reanudación, más magia en el ataque bético. Sabedor de sus necesidades y su potencial en su línea ofensiva, conectó más pases en campo visitante e intensificó su presión para recuperar antes. Tardó en encontrar el premio, pero Rubén lo rozó tras una conexión con Portillo antes de que Jorge Molina se inventara su gol. El alcoyano recibió un balón servido entre Rubén y Ceballos y recortó ante Lejeune antes de batir con maestría a Becerra. El Villamarín sonrió y el Betis pausó su dominio.

Mel no quiso ceder terreno y realizó una variación valiente. Rennella entró por Portillo y el equipo no se descompuso. El Girona, lejos de mostrar su efectiva versión a domicilio, no inquietaba en sus ataques. Fabián fue la siguiente apuesta de Mel y el canterano sirvió una asistencia de lujo a Jorge Molina, que se topó con el poste antes de que Dani Ceballos pusiera el segundo tras el rechazo. Estalló en aplausos el Villamarín pese a los miedos posteriores cuando Granell acortó distancias e invitó a un descuento de locura. Resistió el conjunto verdiblanco, que toma la delantera al propio Girona en la lucha por la zona de privilegio y agudiza una candidatura en entredicho tras una semana llena de contratiempos. No hubo dudas sobre el césped y la sonrisa del beticismo apagó la ilusión del Girona.