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VILLARREAL

Un año después, el caso del bote de gas sigue sin resolverse

La policía sigue sin tener pistas claras del sujeto que lanzó el bote de gas, en el partido que enfrentó al Villarreal y al Celta de Vigo hace un año en el Madrigal.

El bote de humo que se lanzó en El Madrigal.
El bote de humo que se lanzó en El Madrigal.
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Tras el optimismo de las primeras horas, en las que se habló incluso de posibles culpables y de detenciones inmediatas, por parte de la delegada del gobierno. Un año después, todo sigue igual en el caso del famoso bote de gas lacrimógeno del Madrigal. Curiosamente y tras mucho tiempo, la teoría más cercana a la hipotética realidad, es la que ya esgrimió Fernando Roig desde el primer momento. Esta era la de alguien que había preparado y perpetrado este atentado con mucho trabajo y profesionalidad, con la idea de dañar la imagen del club y con ello la de su presidente. Así la ejecución de esta tropelía fue minuciosamente preparada y tan al detalle, que cae por su propio peso que fuera un acto vandálico. Con ello el que la realizó, tuvo en cuenta todas las variables posibles para no ser interceptado y sobre todo reconocido. Ya que compró su entrada en taquilla y sin dejar un rastro en el pago de la misma.

A ello se sumó la elección de la grada desde la que lanzó el artefacto, así como hacerlo desde el interior del un vomitorio y no desde la misma grada, para no ser visto. A ello se sumó que este vomitorio era el más cercano a la única salida, en la que curiosamente no funcionaban las cámaras de seguridad. Busco pasar desapercibido vistiendo la indumentaria del equipo (con una camiseta de Gio Dos Santos), que rápidamente camufló con una cazadora que llevaba a mano. Aseguró un plan de huida, al esperar a esos últimos cinco minutos de partido, en los que se permite la salida del campo sin problemas. Aprovechó que los primeros aficionados salían del campo para mezclarse con ellos, una vez lanzado el famoso bote. Con todo ello logró abandonar el campo, justo cuando el bote caía al terreno de juego, por lo que el centro de atención estaba en en campo y no en los accesos. Con todo ello y tras eludir las cámaras de control exterior y las de tráfico (sólo existe una imagen lejana de un semáforo y que hace imposible la identificación), el sujeto desapareció hasta hoy. Fuentes policiales consultadas por este periódico, reconocen la dificultad de la investigaciones, con lo que admiten que es complicado encontrar una vía que pudiera aportar cierta luz. Mientras el Villarreal por su parte, ha reforzado su seguridad, ha solventado los problemas en las cámaras de acceso e incluso se han reforzado el número de las mismas, con la clara intención de tener más control.

UN AÑO DEL SUSTO MÁS GORDO EN EL MADRIGAL

Hoy se cumple un año, del que sin duda fue uno de los actos vandálicos más penoso, que nuestro fútbol ha vivido en años. Un vándalo o más bien un terrorista, lanzó un bote de gas lacrimógeno al terreno de juego del Madrigal , lo que obligó a evacuar el campo de forma acelerada. Una Evacuación que provocó momentos más que complicados, para los casi 18.000 espectadores que asistían aquella noche a aquel partido. Jugaban Villarreal y Celta de Vigo, el partido de la jornada 24 del campeonato de liga y que se disputó el sábado por la noche a las 22:00 horas. Cuando a falta de tres minutos para finalizar el mismo y cerca de la medianoche, se lanzó al terreno de juego un bote de gas lacrimógeno. Más tarde se supo que era uno de los que utiliza la policía antidisturbios en la Europa del Este, y que por su potencia y propagación, era uno de los más potentes. En pocos minutos el aire se volvió irrespirable, lo que obligó al desalojo del campo de forma urgente y acelerada. Veinte minutos después y con un campo vacío, se reanudó el encuentro, en el que acabó venciendo el equipo visitante. Por suerte no hubo que lamentar desgracias personales, todo quedó en problemas respiratorios, caídas fortuitas y un susto para todos los presentes.