El Athletic no puede contra un colista con diez jugadores

Piti y Córdoba rozaron el milagro. Con Insúa expulsado y el ‘10’ rojiblanco jugando lesionado los últimos 15 minutos, el Granada tuvo contra las cuerdas al Athletic hasta el final. La expulsión del lateral zurdo argentino por una dura acción sobre Susaeta (68') tuvo el efecto contrario al esperado. Espoleó a los de Abel y dejó sin rumbo al Athletic, que sigue evidenciando notables carencias que explican su irregular temporada.

Firmó un final de partido frenético, pero de salida no mostró el Granada el brío y la chispa de los primeros encuentros con Abel. Desde el principio mandó el Athletic, mejor asentado y con más efectivos en el centro del campo. Aduriz dio un par de sustos, Mikel Rico desvió un centro de Beñat que terminó en el poste de Oier y De Marcos, tras una de sus numerosas galopadas, envió fuera un buen pase de Beñat. El repertorio ofensivo de los locales se redujo a varias arrancadas de Lass a las que no encontró socio el guineano y un poderoso remate de cabeza de Babin que Iraizoz mandó a córner. Le falta lucidez a Lass para convertir en jugadas de gol sus continuos desequilibrios.

Sin ofrecer su mejor versión, sí fue capaz el Granada de evitar que su rival le generase muchas ocasiones. En la segunda parte, los de Abel equilibraron el partido e incluso aumentaron su presencia en el área de Iraizoz. Piti tuvo el gol tres veces. La primera se topó con el portero del Athletic. La segunda, ya cojo y con su equipo con diez, la estrelló en el palo. La tercera, en el descuento, la tiró fuera. El Granada se quedó a centímetros de una heroicidad.

El punto, visto con perspectiva, es bueno para este Granada. Y muy poco para un Athletic que sí manejó los tiempos del partido pero que fue incapaz de exigir a su rival. No dio nunca un paso al frente el equipo de Valverde. Ni contra nueve jugadores y medio. Impotente, el Athletic estuvo muy cerca incluso de perder el partido. Pero el Granada mandó al limbo sus últimas ocasiones. A unos y a otros les toca seguir sufriendo.