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Ariedo Braida, llega un directivo con el estilo del gran Milán

Braida fue un delantero de medio nivel, pero ha triunfado y es conocido en todo el mundo como el directivo del gran Milán de Silvio Berlusconi. Brazo derecho de Adriano Galliani.

Ariedo Braida, junto a Carles Rexach, en el palco del Camp Nou.
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El Barca no ha podido fichar jugadores, pero ha fichado un gran directivo y además una gran persona por su estilo, su seriedad y su gran experiencia acumulada en tantos años en el mundo del fútbol. Ariedo Braida fue un delantero centro de medio nivel, pero ha triunfado y es conocido en todo el mundo como el directivo del gran Milán de Silvio Berlusconi. Brazo derecho de Adriano Galliani, con el que ya había trabajado en el Monza, llegó a Milán en 1986 desde el primer día de Berlusconi y Galliani y se quedó hasta el último día de 2013. En 27 años en el despacho del Milán, Braida ha sido un cerebro silencioso detrás de Galliani, pero muy eficaz y, sobre todo, siempre capacitado para descubrir estrellas para el Milán, no solamente los grandes sino los pequeños. Su gran éxito fue el trabajo para fichar a Van Basten, que llegó casi gratis a Milán. Fichó a Rijkaard por el que arriesgó hasta el físico, pues poco después de firmar el contrato los aficionados del Sporting de Lisboa quisieron agredirle. Braida pudo escapar metiendo el contrato en sus calzoncillos y así volvió a Milán, feliz por haber conseguido a uno de sus grandes fichajes.

Desafortunadamente, muchas veces sus consejos no fueron escuchados por Berlusconi porque los futbolistas que él proponía no eran considerados lo suficientemente grandes para el Milán. Pero nunca falló, ni con Shevchenko ni con Kaká y no tuvo ninguna culpa en el fichaje de Dugarry en lugar de Zidane cuando los dos jugaban en el Burdeos. Berlusconi le reprochó haber fichado al malo, pero entonces el Milán ya tenía a Baggio y Savicevic y lo que neceistaba era un delantero centro.

Braida es un directivo que trabaja mucho en su despacho y habla muy poco, porque prefiere los hechos a las palabras y por esto no se le ve muchas veces en los diarios ni en la tele, pero él conoce a todos los directivos de Europa y del mundo y todos le aprecian por sus virtudes profesionales y humanas. Braida fue la principal víctima de la revolución de Bárbara Berlusconi, que quería jóvenes en lugar de los amigos del ‘viejo’ Galliani. Se fue sin polémicas, como un verdadero caballero pensando en el futuro y dejando el pasado. Del Milán se fue por la puerta de atrás, pero ahora vuelve por la puerta grande de un nuevo Barcelona. Suerte Ariedo.