OSASUNA 0 - ZARAGOZA 1
El Zaragoza asalta El Sadar y abre brecha
El gol de Ruiz de Galarreta en los últimos minutos de la primera mitad deja al séptimo a cuatro puntos. Victoria corta y partido extraordinario de Vallejo y Pedro.
Cuarta victoria consecutiva. Y atracón de moral y felicidad. El Zaragoza también asaltó El Sadar, el escenario donde menos se le quiere del fútbol español, y continúa su escalada en la clasificación. El equipo de Popovic abre brecha con el séptimo clasificado, que queda ahora a cuatro puntos, y se sitúa a siete del ascenso directo. Queda mucha tela que cortar, pero el Real Zaragoza viene lanzado como un cohete y no renuncia a nada.
El triunfo lo definió con un derechazo Ruiz de Galarreta al filo del descanso, pero el partido tuvo como grandes protagonistas a Vallejo, en noche imperial, y a Pedro, impulsor de todo el peligro. La victoria, hay que decirlo claro, fue corta para las ocasiones del Zaragoza, que supo cómo jugar en El Sadar.
El Osasuna planteó el partido como un forcejeo constante, con mucha presión y pocos espacios. Fútbol de combate y sin pausa, que no rehuyó el Zaragoza de salida hasta que al cuarto de hora entre Basha, Galarreta, Eldin y Pedro impusieron un juego combinativo que desactivo al rival y le dio al equipo aragonés el control de la situación.
En el primer tiempo el Zaragoza puso más fútbol, y también más ocasiones. La primera la tuvo Borja en el minuto 17, tras un centro del omnipresente Pedro que el ‘9’ engatilló en dos tiempos y atajó Santamaría desde el suelo. El córner consiguiente acabó en un frentazo de Cabrera que se marchó fuera por centímetros.
Apenas diez minutos después, y en plena fase expansiva del Zaragoza, Pedro, otra vez él, hizo una de las jugadas de la noche, al dejar sentado a Sisi con un caño junto al banderín de córner, pero su medido servicio no tuvo rematador. Sí lo encontró Pedro en Ruiz de Galarreta al filo del descanso, tras robarle el balón a Loé en la zona de tres cuartos, amagar a Miguel Flaño en la frontal del área y brindar un pase maravilloso para que definiera el futbolista vasco. Lo cantó Ruiz de Galarreta, pero más de medio gol fue de Pedro, que juegue donde juegue, marca la diferencia en el Zaragoza y en la categoría.
El 0-1 hizo justicia a lo visto, porque el Zaragoza atacó más y mejor y todo el fuego del Osasuna se resumió en un disparo de Nino a las manos de Bono.
El Osasuna tuvo su clásico arreón al inicio de la segunda parte, pero fue puro artificio. A la que el Zaragoza volvió a tocar, el control fue otra vez suyo. El control y otra vez las oportunidades. Borja Bastón tuvo el 0-2 en el minuto 55, pero su vaselina dentro del área ante Santamaría se estrelló en la parte superior del travesaño. La ocasión fue inmejorable y hubiera cerrado definitivamente el encuentro.
El Osasuna no se rindió ni con diez, por la expulsión de Nekounam, y reclamó un penalti por un agarroncito de Cabrera a Vujadinov, que exageró demasiado su caída, pero todas sus intenciones acabaron sin remate. Hubo cierto ruido, pero ninguna nuez, porque ahí estaba Vallejo para cortarlo todo. Su partido fue extraordinario.