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FÚTBOL BASE

El fútbol va a la huelga: seis comunidades se suman al parón

Son Cataluña, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Ceuta y Melilla. Se unen a Extremadura y pararán el próximo fin de semana. La Asturiana ya lo hizo la pasada semana.

Barcelona

El fútbol español va a la huelga. La Federación Asturiana convocó y cumplió su parón el pasado fin de semana y para el próximo se esperan, al menos, otras seis comunidades autónomas sin fútbol amateur. Hoy han comunicado su decisión de parar, con motivo del conflicto que la Ley de Emprendedores ha provocado entre las Federaciones territoriales y el Gobierno, los organismos de Cataluña, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Ceuta y Melilla. No habrá fútbol desde Tercera División y divisiones inferiores en el fin de semana del 14 y 15 en esas comunidades. El caso de Cataluña es bien explicativo de la gravedad del fenómeno: dejarán de disputarse 2.500 partidos, y eso que es jornada de descanso salvo en Tercera y Liga de juveniles. La Federación de Castilla La Mancha se reúne mañana para estudiar unirse a la iniciativa.

La Federació Catalana de Futbol ha decidido, con el apoyo de la UFEC (Unió de Federacions Esportives de Catalunya) y de la Generalitat de Catalunya, detener el fútbol catalán a partir de Tercera División como protesta por las presiones fiscales que están recibiendo los clubes por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD). Este fin de semana, eso sí, había descanso en las distintas competiciones catalanas exceptuando la Tecerca División y la Liga Nacional de juveniles. A esos encuentros hay que añadirle los amistosos y los partidos aplazados que se han ubicado en este fin de semana, lo que en total suman 2.500 encuentros. En un fin de semana de competición normal, se disputan alrededor de 4.000.

Esta no es la primera reacción del fútbol español en contra de las medidas aprobadas por el Consejo Superior de Deportes, que finalmente se llevarán a cabo pese a las moratorias y a la presión de los estamentos deportivos y federativos. El fútbol asturiano ya protestó el pasado fin de semana con la suspensión de 750 partidos de su autonomía. El principal foco de protesta, en el caso catalán, radica en la obligación de los clubes de dar de alta en la Seguridad Social a todas las personas a las que abonen alguna remuneración económica, por pequeña que ésta sea, y le solicitan una regulación propia para el deporte aficionado, ya sea en régimen de voluntariado o laboral.

En Cataluña, donde hay alrededor de 2.000 clubes de fútbol, el movimiento voluntarista es el más fuerte del estado debido a la gran cantidad de entidades deportivas que existen. Para la FCF, estas medidas del Gobierno “penalizan al voluntario” que, por 100 euros o menos al mes, se encarga de entrenar entre semana a un grupo de niños y viajar los fines de semana a jugar los partidos. Estas medidas son un ahogo para las entidades deportivas, que se verían obligadas a subir los cuotas o a bajarle el salario a sus voluntarios.

La FCF, la Generalitat y la UFEC intentaron en varias reuniones que el CSD pusiese un tope económico a la regularización, pero esta idea no cuajo. La Seguridad Social ya ha realizado múltiples inspecciones a entidades de las más importantes, de Segunda B y con numerosos equipos de fútbol base, como es el caso de El Prat, el CE Sant Andreu, el Santboià, el CE Sabadell, L’Hospitalet o el Esports Base Vilanova i la Geltrú. El Santboià, por ejemplo, tuvo que pagar 700.000 euros.