Valdo: “Jugar en el equipo AFE es un buen escaparate”

¿Cómo es que acabó en el equipo AFE?

—Terminé mi contrato en el Asteras de Grecia y decidí no seguir. Intenté volver a la Liga española, pero no conseguí equipo. Entonces decidí apuntarme a las sesiones AFE porque permiten entrenarte, jugar y la posibilidad de que me vieran otros equipos. El problema que he tenido es que al irme a jugar fuera, los clubes no saben cómo estaba físicamente. Así me han visto directores deportivos. Hay que tirar hacia delante...

—Viéndose en el paro, ¿cree que ha tenido mala suerte?

—Al revés, la he tenido muy buena. Salí de la cantera del Madrid, pude debutar allí, jugar la Champions, ganarla... He estado muchos años en Primera y soy un privilegiado de poder jugar al fútbol que es lo que me gusta.

—Tras su paso por Osasuna, Espanyol, Málaga y Levante optó por irse a México...

—La experiencia me enriqueció a nivel personal, pero no deportivamente. Nada más llegar allí se portaron mal. Me dijeron que era un fichaje del presidente y no del entrenador y que no contaban conmigo. Me chocó, pero aprendí. Para colmo me lesioné y tuve problemas para recuperarme. El tratamiento no fue el correcto, recaí y me fui a México DF para sí hacer un buen tratamiento. Volví al Levante seis meses, regresé a México al no rescindir y de ahí a Grecia.

—¿Quién le llevó a Grecia?

—Mi representante. Pensamos que esa era la más interesante. Mi intención era estar seis meses y volver a España. Cuando te vas fuera, luego es difícil volver. Tuve ofertas de fuera pero no eran fiables. Las vivencias que he tenido han hecho que los descarte. Espero algo más.

—¿Qué tal en el equipo AFE?

—Me ha sorprendido el ambiente que había. Éramos un equipo. Hasta me vacilaban con eso de que tengo la Octava. Cinco de los que hemos estado ahí sumamos 1.000 partidos jugados. Nacho el de Betis, Corrales, de la cantera del Madrid; Juanlu jugó conmigo en Osasuna y Levante, y Nieto. Cualquier jugador en nuestra situación le recomendaría venir. Es una buena experiencia y un escaparate. Está bien organizado. Hasta nos dan charlas de todo tipo, clases de inglés. La idea es no perder el tiempo.

—Invertir en su futuro...

—Exacto. Mi intención es hacer el curso de director deportivo y entrenador y luego elegir. Tengo alma de entrenador pero en la cantera. Formar es algo muy bonito, es mi intención.

—Del Madrid de los Zidanes y Pavones usted fue un pavón.

—Ha sido positivo en mi vida, me dio más reconocimiento. Me vino bien después, no me perjudicó. Nos dio más repercusión y hacia referencia a la cantera.

—Pavón, Raúl Bravo y usted debutaron a la vez…

—Sí, nos vimos en la portada de los periódicos. Se cumplió el sueño. Salió todo perfecto.

—¿Qué le dio la cantera?

—Me ayudó mucho: las vivencias, la exigencias deportivas y de fuera, la imagen que tienes que dar, los valores. Te valen en el deporte y en la vida. Siempre le estaré agradecido al Madrid y al Pozuelo de Alarcón. El otro día me lleve una alegría. Vino Del Bosque a vernos y recordamos mil historias. Me conocía tan bien, él me hizo debutar.